Una confusión inicial llevó al gobierno porteño a pronunciarse en contra de la nueva Policía de Prevención Vecinal. Por la mañana, algunos medios difundieron que se trataba de una policía nueva en la ciudad de Buenos Aires. El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, aseguró entonces que se trataba de “un modelo que están copiando” de la Policía Metropolitana.

Al aclararse que las nuevas funciones policiales serán llevadas adelante por un cuerpo de la Policía Federal y no una fuerza nueva, los voceros porteños bajaron el tono de las críticas, aunque mantuvieron la idea de que se trata de “una copia” de la fuerza creada por Mauricio Macri. “Todo lo que tenga que ver con ayudar con la seguridad de la ciudad de Buenos Aires es muy bueno y siempre bien recibido”, afirmó Montenegro. “Siempre que se habla de una policía vecinal, se habla de un modelo de proximidad, con lo cual el modelo que nosotros impulsamos con la Policía Metropolitana es el que debe tener una ciudad como Buenos Aires.” Y agregó que “nosotros estamos teniendo reuniones para tratar de tener una mejor relación operativa y no duplicar esfuerzos en áreas y tener una buena respuesta para los vecinos”.

En la misma sintonía, el jefe de la Metropolitana, Eugenio Burzaco, también sostuvo que “muchos principios mencionados por (la ministra Nilda) Garré son idénticos a los que tiene la Metropolitana”.

Gustavo Palmieri, subsecretario de Gestión del Ministerio de Seguridad nacional, aclaró que el nuevo cuerpo “no tiene nada que ver” con las funciones de la policía porteña. “La Metropolitana es una fuerza de seguridad, que se ocupa de contravenciones, tiene funciones específicas. El nuevo cuerpo de la Federal va a hacer un trabajo que nadie hace ahora: entrar a los barrios más conflictivos y, sobre todo, quedarse. Y ocuparse de resolver los conflictos que surgen allí, ver los problemas de los vecinos, mediar y prevenir. Esa es la tarea y ése es el fondo de la discusión”, explicó.