Dos segundos tardó la baranda de hierro de un boliche de Ensenada en irse abajo y arrastrar a una decena de estudiantes que se apoyaban en ella. Era un grupo de pibes y pibas del Colegio Estrada de esa localidad que cumplían, eufóricos, el ritual de la fiesta de egresados. A puro agite de banderas, bailaban sobre el desbordado “VIP” o entrepiso cerrado, contenidos por la barra de hierro, hasta que poco antes de las 2.30, el metal cedió. El saldo: una chica de 17 años permanece internada, en observación, mientras que diez chicos resultaron heridos de levedad. Autoridades bonaerenses aseguraron que la semana pasada el local había sido habilitado y que lo que pasó fue “un accidente”, que podría haber ocurrido “en cualquier lugar”.

El director de Inspección de la comuna de Ensenada, Pablo Araujo, informó que la caída se produjo en “el escenario, que tiene 1,80 metro desde el suelo”. Muchos de los jóvenes que colmaban, a los empujones, esa suerte de entrepiso en la zona del VIP del lugar apoyaban su peso sobre la baranda, que terminó por ceder.

“Hubo diez heridos, todos con lesiones leves, excepto dos chicas con fracturas, una de ellas en la muñeca y otra en el hombro derecho”, detalló Araujo. De ambas, sólo una permaneció internada, fuera de peligro, en el hospital Gutiérrez de La Plata, debido un traumatismo de cráneo que requirió mayor observación.

Block, el local bailable, estaba repleto, según las versiones de los bomberos que llegaron a asistir en el lugar. El propietario del lugar, Guillermo López, precisó que en el momento del accidente “había alrededor de 800 personas” y destacó que el local “está habilitado para 1100”.

El comandante mayor del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ensenada, Gabriel Pocai, contó a Página/12 que mientras realizaban las tareas de rescate entre las 2.30 y 3.30 de ayer “había gente que seguía bailando”. En ese sentido, explicó que “como el local es grande y lo que hicieron fue, de movida, no parar la música ni prender las luces para evitar que hubiera pánico, muchos ni se daban cuenta”.

Además, explicó que como no era una emergencia para evacuar a todas las personas, como sí lo sería un incendio, fue “una estrategia correcta”. “Si hubieran prendido las luces, todos habrían querido salir corriendo y quizás hubieran sido el triple los heridos.”

Algunas versiones señalaban que la baranda ya estaba floja desde hacía un tiempo, pero el local había sido habilitado la semana pasada por la Inspección de Ensenada. Araujo, su titular, explicó que “cada tres meses bomberos y nosotros controlamos estos locales, pero si la baranda tenía esta movilidad (que denuncian) lo vamos a investigar y si es así yo soy de la idea de que hay que clausurar y que no abra más”. Block “es un lugar seguro, podría haber pasado en cualquier lugar, es un accidente”, evaluó.

“No puedo creer lo que sucedió”, afirmaba ayer Guillermo López, propietario del boliche. El empresario garantizó que al entrepiso donde estaban los egresados “pueden subir todos los que quieran porque es de hormigón” y aseguró que “la baranda es de hierro y no es antigua, porque tenía unos cinco o seis años”. La Municipalidad le “dio un plazo para reacondicionar el lugar y luego, solicitar otra inspección para que siga funcionando”, aseguró. El fiscal penal platense Alejandro Marchet ya intervino para investigar el accidente.

Informe: Rocío Magnani.