SOCIEDAD
Otro celular de Mauro Viale quedó envuelto en la trama de un delito
Ya ocurrió en el caso Echarri. Ahora salió a luz que un celular de su producción estuvo en la zona del violento robo a un banco. Y que hubo llamados al entorno de un ladrón. Viale debió declarar.
› Por Mariana Carbajal
Mauro Viale está, una vez más, salpicado por un escándalo judicial. En esta ocasión, no es el secuestro del padre de Pablo Echarri sino el robo a una sucursal del Banco Credicoop que terminó con el asesinato de un custodio. La investigación del hecho –actualmente en manos del juez Mariano Bergés– determinó que minutos antes y minutos después del asalto, ocurrido en 1997, desde un celular de la producción de Viale localizado en las cercanías del banco se hicieron llamadas a una persona del entorno íntimo de unos de los detenidos por el atraco, y que días más tarde las comunicaciones se repitieron, pero en sentido inverso. Durante más de un año Viale fue citado a declarar para dar explicaciones, pero nunca se presentó. El lunes, Bergés le mandó un oficial de justicia a Canal 9 con una intimación a presentarse bajo apercibimiento de ser llevado por la policía. Al día siguiente, el conductor televisivo dio la cara y declaró en calidad de testigo. En el juzgado sospechan que el autor de las llamadas pudo haber sido Pedro Avio, el ex sargento exonerado de la Bonaerense por robos reiterados, quien por la época del asalto al Credicoop era columnista estrella de Mediodía con Mauro.
“Es una tristísima coincidencia”, consideró ayer Viale ante Página/12 al señalársele que una vez más un celular de la producción de un programa suyo está vinculado con un hecho delictivo grave. La causa en la que fue citado a prestar declaración testimonial tiene más de cinco años, está caratulada como “homicidio calificado en ocasión de robo” y la investiga el juzgado de instrucción criminal Nº 43, a cargo interinamente de Bergés. “No me voy a convertir a los 55 años ni en secuestrador ni en asaltante de bancos”, se defendió el conductor.
El asalto ocurrió el 3 de noviembre de 1997 en la sucursal Saavedra del Credicoop, ubicada en Ricardo Balbín 4130. Una banda de 9 personas, entre ellas una mujer, se llevó 18.500 dólares y 24.660 pesos. Durante el asalto murió el cabo Jesús Ernesto Ayala. Hay tres detenidos, Luis Alberto Zamorano, Mario Oscar Viola y Damian Ariel Betiga.
Según confiaron fuentes judiciales, las llamadas desde el celular de la producción de Viale fueron realizadas a un familiar de Betiga, desde un sitio muy próximo al banco, minutos antes y minutos después del asalto. Y desde ese teléfono del entorno de Betiga se llamó unos días más tarde al mismo teléfono móvil de la producción de Viale. La pista de la “triste coincidencia” la dio la empresa Movicom, cuando el juzgado le solicitó los números de los celulares que a la hora del atraco estaban en las adyacencias del banco. Uno de los aparatos estaba a nombre de Viale Medios, empresa del periodista que en aquel entonces conducía Mediodía con Viale, por América. Y casualmente había cruzado llamadas con gente cercana a los delincuentes. Mediodía con Viale era una especie de talk show repleto de columnistas bizarros: desde las chicas del caso Coppola hasta el ex sargento de la bonaerense Pedro Avio.
Un par de años después del asalto, dos de los productores de aquel programa fueron citados por el juzgado Nº 43 a prestar declaración como testigos. Uno de ellos, Carlos Irrera, reconoció como propio el celular en cuestión, pero alegó que en la semana del robo había estado enfermo y un cadete del programa había pasado a retirar el aparato por su casa. Viale durante un año se negó a declarar y recién lo hizo el martes ante una intimación de Bergés. “Estaba medio inquieto y se mostró dispuesto a colaborar. Queremos saber quién tenía ese celular”, confió una fuente del juzgado. Ayer declaró otro productor, Héctor Yemmi, que actualmente está alejado de Viale y ejerce como abogado penalista. “No hay ningún productor imputado”, informó la secretaria del juzgado Adriana Galafassi. La vinculación de Viale “es un tema que hay que aclarar”, indicó Bergés.
Según pudo saber Página/12, Irrera era el único productor de Viale que tenía un teléfono para él sólo porque hacía las veces de chofer, ya que trabajaba con su auto. Los otros productores compartían tres aparatos que usaban alternadamente si salían a la calle. En la época del robo alCrediccop, Avio era invitado permanente de Mediodía con Mauro, donde se hizo famoso por sus acusaciones de corrupción contra varios miembros de la Bonaerense. “Como vivía en la costa, Irrera solía ir a buscarlo y quedaba como su chofer. Lo único que Avio nos pedía era que quería un auto a su disposición en Buenos Aires. Era común que Irrera le prestara el celular”, confió una fuente cercana a la producción de Viale.
Del estudio de TV, Avio pasó a prisión. El 2 de enero de 1998, es decir, dos meses después del episodio del banco, fue detenido por extorsión. Se lo acusó de pedirle 100.000 pesos a un subcomisario a cambio de no denunciar ante las cámaras sus supuestas actividades ilícitas. El prontuario de Avio era abundante. Había sido exonerado en mayo de 1997 después de 30 años de servicio por su participación en robos reiterados.