SOCIEDAD › TODO SOBRE LA POLICíA JUDICIAL, EN UNA ENTREVISTA A LA PROCURADORA MARíA DEL CARMEN FALBO
La procuradora general de la Suprema Corte bonaerense respondió, en una entrevista exclusiva de Página/12, los puntos más importantes sobre el proyecto de la Policía Judicial que reemplazará a la Bonaerense en las investigaciones de delitos complejos.
› Por Raúl Kollmann
“Toda la idea es crear una policía judicial, no militarizada, es decir con integrantes que no tendrán uniforme ni aprenderán a marchar ni a hacer cuerpo a tierra. Serán especialistas, científicos, que tendrán que cargar con todo el peso de las investigaciones, siempre a las órdenes del fiscal que tenga el caso y, por supuesto, de la Procuración, que es la cabeza de los fiscales.” La descripción la realiza, justamente, la procuradora bonaerense, María del Carmen Falbo, que desde hace tiempo viene impulsando esa idea. En la actualidad hay tres proyectos de ley en la Legislatura y el gobernador Daniel Scioli ya adelantó que quiere avanzar en la constitución de la Policía Judicial.
Hoy en día, las investigaciones de un crimen, un caso de abuso sexual o de piratería del asfalto están en manos de los fiscales de la provincia de Buenos Aires. La realidad es que esos fiscales tienen que recurrir, sí o sí, a los integrantes de la Departamental de Investigaciones de la Bonaerense que está bajo la órbita de la Superintendencia de Investigaciones de la fuerza. La diferencia es notoria: las investigaciones están en manos de policías, o sea del Poder Ejecutivo, o está en manos de una Policía Judicial que dependería de la Procuración, es decir del Poder Judicial.
“Desde ya que no hablamos de una policía de prevención, de seguridad –precisa Falbo– orientada a evitar delitos. Hablamos de un grupo de especialistas que actúan después de que el delito se cometió, investigando. Y, por supuesto, no portarán armas. La base será la alta tecnología, la genética, el análisis de comunicaciones, las ciencias forenses.”
Hoy por hoy, la Bonaerense tiene unos 50 mil hombres, de los cuales unos 43 mil están en lo que se llama Seguridad. Esto significa comisarías, guardias, patrulleros y también cuerpos especiales como la Montada, la Infantería, los grupos Halcón y también los bomberos. Su función es prevenir los delitos y actuar en el momento. Del otro lado, la Bonaerense cuenta con la rama de Investigaciones, con unos 7 mil hombres, de los cuales mil integran la Policía Científica. La idea de crear la Policía Judicial está en esta última línea, la de investigaciones.
Falbo aclara que hoy la Procuración ha ido creando institutos de ciencias forenses. Por ejemplo, está el de Lomas de Zamora que tiene una morgue, es decir que allí se pueden hacer autopsias, sin depender de que las hagan médicos policiales. En Mar del Plata también hay una morgue y un cuerpo especializado en comunicaciones. En Junín, un instituto con genetistas y también una morgue. En Vicente López hay especialistas en casos de violencia intrafamiliar y abuso sexual. “Diría que muchísimos casos, casi todos, se resuelven hoy con el análisis de llamadas, computadoras, el ADN, las huellas digitales –sostiene Falbo–. Y, obviamente, la clave está en los científicos que trabajan en esas investigaciones.”
–¿Cómo se conforma una Policía Judicial? ¿De dónde salen los integrantes? –le pregunta este diario a la Procuradora.
–Mediante concursos. Y vamos a impulsar las carreras de Criminalística en las universidades. Ya existe en la Universidad del Salvador, pero habrá que seguir avanzando en varias casas de altos estudios. Un investigador no se crea enseguida. Habrá que ir de a poco, con capacitación en el terreno. Desde ya que es muy probable que muchos integrantes de la Policía Científica de la Bonaerense o de la Policía Federal se van a presentar a los concursos. Y vendrán con experiencia. Pero si ingresan ya no pasarán a depender de una fuerza militarizada sino del Poder Judicial. Por supuesto que está claro que el armado y la mantención de la Policía Científica requerirá de un presupuesto y que todo esté bajo la órbita del Ministerio Público, ya que esos integrantes trabajarán con los fiscales.
–¿Qué ocurre en otros países?
–En Francia, la Policía Científica trabaja bajo la conducción de la Justicia. El FBI, en cambio, es una fuerza policial que les lleva sus conclusiones a los procuradores. A primera vista debo decir que no debemos copiar modelos, porque la provincia de Buenos Aires es un distrito muy especial, muy particular. Por eso habrá que ver los proyectos que están en la Legislatura y analizarlos en detalle.
–¿Se terminaría la División Investigaciones de la Bonaerense?
–Serán decisiones a tomar mucho más adelante. Ojo que no queremos formar una Policía Judicial que investigue un robo o un hurto. Estamos hablando de casos más complejos, piratas del asfalto, redes de corrupción y hechos penales difíciles de resolver.
–Es habitual que los policías digan que los fiscales no saben investigar, que estudiaron Derecho, pero no a investigar y que son ellos, los policías, los únicos que tienen experiencia.
–Creo que hay mucha diferencia entre una policía militarizada, que porta armas, y un cuerpo de científicos. Habrá que trabajar muchísimo en capacitarlos y, además, en crear protocolos para cada una de las modalidades delictivas. Por ejemplo, hoy en día, cuando un fiscal allana un lugar en el que hay víctimas de trata, existe un protocolo de qué debe hacer, a quién debe notificar, cuáles son las revisaciones que hay que hacer y una larga serie de pasos que se tienen que dar sucesivamente. Queremos tener expertos en política criminal, profesionales, técnicos en distintas ramas, genetistas, contadores especializados en la detección de fraudes. No es una fuerza para que sus miembros desfilen. En la actualidad, la Procuración tiene un cuerpo de instructores judiciales que mandamos a que ayude a tal o cual fiscal que tiene un caso complejo y de difícil resolución. Pero aspiramos a algo generalizado, a una Policía Judicial de excelencia.
–¿Hay chances de que esté funcionando en 2012?
–Le insisto: no podemos ni debemos copiar sistemas de Suecia u Holanda que no servirán en la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, el proyecto final debe ser discutido en profundidad, en las universidades, en los ámbitos políticos y en la sociedad. Tampoco hablo de un debate de diez años. Yo diría que el objetivo es tener una ley en 2012 y el principio de la selección de los primeros especialistas. Sería magnifico empezar a funcionar en 2013. Esto es tan importante que no nos podemos apresurar. Tiene que haber formación científica y un presupuesto adecuado. Pero va a ser un salto histórico que una Policía Judicial encabece las investigaciones de los delitos.
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