Un matrimonio fue asesinado a puñaladas en su casa de la ciudad de Viedma, Río Negro, y como sospechoso fue detenido su hijo 20 años, que padece problemas mentales. Las víctimas son Jorge Zavaley, de 52 años, profesor de educación física, y su esposa Sandra Minor, de 40, profesora de letras.

El sospechoso, en tanto, es el hijo de ambos, Tupac Zavaley, quien está internado desde esta mañana en el servicio de salud mental del hospital de Viedma, ya que padece perturbaciones psíquicas por las que estaba en tratamiento psiquiátrico ambulatorio.

El drama se habría desencadenado en horas de la madrugada, por razones que los investigadores tratan de determinar. Según el testimonio de allegados a la familia, después de cometer el presunto parricidio el muchacho se habría dirigido a la casa de su abuela materna, en la vecina ciudad de Carmen de Patagones, para decirle “me mandé una cagada”.

Poco más tarde, la mujer y el joven llegaron a la casa de la calle Alberdi, donde la primera se encontró con el sangriento cuadro y dio aviso a la policía.

Fuentes del hospital local informaron que al ser llevado allí el muchacho se encontraba tranquilo y que incluso les habría dicho a los médicos que el padre había matado a la madre y después él, en defensa propia, habría causado la muerte del hombre.

Esa hipótesis fue desestimada por parientes y amigos de los Zavaley, quienes dijeron a la prensa que se trataba de una pareja muy unida “que sufría el problema del chico”.

Un vecino comentó que la situación de padecimiento mental de Tupac “era motivo de permanente preocupación por parte del matrimonio, pero no se decidía a internarlo en un instituto psiquiátrico”.

Las actuaciones del caso están a cargo del juez Guillermo Bustamante, subrogante del Juzgado de Instrucción Penal 2 de Viedma, quien dispuso la realización de la autopsia de los cuerpos y demoró al presunto responsable.

El juez confirmó el doble homicidio y dijo que “todo es motivo de investigación”, al retirarse del lugar del hecho. La fiscal Daniela Zágari también concurrió a la vivienda en la que fueron perpetrados los asesinatos, donde permaneció por el término de dos horas.

La difusión de los asesinatos provocó la reacción de vecinos y amigos de la pareja, que concurrieron a la vivienda, entre ellos docentes y profesores de educación física.

Vecinos de la familia confirmaron que el joven tiene problemas psicológicos y está en tratamiento.