Por segunda vez, en menos de cinco años, ayer explotó un sector de la empresa Foti Manufactura Argentina de Pólvora en Rafaela, Santa Fe. En el último siniestro fallecieron cuatro personas; esta vez murió un operario y otro resultó gravemente herido. “La fábrica tuvo una revisión del Renar (Registro Nacional de Armas) en mayo de este año y no se encontraron irregularidades”, informó a este diario José Caruso, secretario de Seguridad Ciudadana de Rafaela. Anoche, Sebastián Batellini, quien tendría el 80 por ciento de su cuerpo con quemaduras, fue trasladado en un avión sanitario a Buenos Aires, mientras que los peritos de Gendarmería Nacional y de la Policía Científica seguían peritando el lugar para determinar las causas de la explosión.

El hecho ocurrió a las 9.30 en el kilómetro 224 de la Ruta Nacional 34, a unos 80 kilómetros al noroeste de la capital provincial. Al tratarse de un parque industrial, no hay viviendas en las cercanías. Varios vecinos aseguraron haber escuchado el estallido a varios kilómetros de distancia: se estima que había cien kilos de pólvora en el área del incidente. La víctima fue Ricardo Perrier, de 49 años, y su cuerpo apareció a 80 metros de la casilla de material donde se hace el tamizado de la pólvora, para extraerle impurezas.

“Por lo que nos dicen desde el área de seguridad de la empresa, en esa casilla se trabaja con herramientas de madera para evitar cualquier chispazo. Y las instalaciones eléctricas son seguras. Es la misma zona que explotó en 2007”, comentó Caruso. La persona herida estaba en las inmediaciones del lugar, cuando fue alcanzado por una llamarada, y está en coma inducido con pronóstico reservado. De la casilla de cemento de ocho por cuatro metros sólo quedó el contrapiso, agregó el funcionario. Además, había otros operarios en las inmediaciones del depósito de refinamiento, que fueron atendidos con heridas leves. Uno de ellos contó que se encontraba a cien metros del sitio de la explosión y la fuerza de la onda expansiva lo tiró al suelo.

En el lugar trabajaron Defensa Civil, Bomberos, la policía provincial y los servicios de emergencia. La primera medida fue interrumpir el tránsito sobre la Ruta 34, hasta que se determinara si existían posibilidades de una nueva explosión.

La empresa de la familia rafaelina Foti, según aseguraron fuentes de la intendencia local, tiene 20 empleados, vende explosivos para mineras de San Juan y La Rioja y también los exporta. Hace más de 50 años que está en el rubro. El 2 de agosto de 2007, en el mismo sector se produjo el estallido de un polvorín que dejó cuatro muertos y dos heridos graves. Aunque algunas personas fueron procesadas por ese hecho, nadie quedó detenido y la causa aún sigue abierta. En 2005 hubo una explosión que no dejó víctimas pero sí daños materiales.

“Un año antes de la explosión de 2007 hubo dos revisiones en la empresa porque hicieron un cambio de razón social, pasaron de ser una sociedad anónima a ser una SRL. En ese momento, hicimos estudios de impacto ambiental que dieron bien y también el Renar inspeccionó el lugar, sin encontrar fallas”, dijo José Caruso. Las causas de este nuevo estallido está a cargo del juez en los Correccional Osvaldo Carlos, quien junto a otros funcionarios judiciales acudió al predio para analizar el sector de manufactura, donde hubo daños de consideración en la estructura.

Por su parte, el intendente Luis Alberto Castellano hizo los trámites a través de la ART para que el herido pueda ser trasladado a Buenos Aires, ya que en la clínica local no podían atenderlo adecuadamente. El perímetro de la fábrica está siendo custodiado por la Gendarmería hasta que se terminen los peritajes.