En el tercer día de presencia de efectivos de la Policía Metropolitana sobre la peatonal Florida no hubo corridas ni enfrentamientos. Pero algunos trabajadores se las rebuscaron para rearmar su puestos, únicas y necesarias fuentes de ingreso, según la mayoría de ellos. Se dividieron los frentes de lucha por el pedacito de vereda: los revendedores de mercadería se cargaron sus productos e intentaron vender a pie sobre la misma peatonal, mientras que los artesanos se mudaron a las puertas de la Legislatura porteña, donde instalaron estructuras metálicas para ofrecer sus creaciones y reclamar contra el desalojo. A las 18, el primer grupo cortó parcialmente la esquina de Florida y la avenida Corrientes.

“Es mentira que el Gobierno de la Ciudad nos llame a dialogar”, dijo Félix, uno de los vendedores. “Es el tercer día que no podemos vender y no nos dan una solución. Por eso, a partir de ahora (por ayer) estamos en pie de lucha.” A las 18, los conductores irritados por el corte parcial de la avenida Corrientes subían con sus bocinas el volumen de la protesta, mientras Félix y sus compañeros, armados con mantas vacías de mercadería y cruces negras impedían el tránsito.

Durante la jornada, los “manteros” vendieron sus productos de forma ambulante, escapando a la mirada de los inspectores y policías que permanecían en el lugar. En tanto, un grupo de artesanos comenzó a instalar estructuras metálicas en la calle Perú, frente a la Legislatura, donde ya había mantas con otros artesanos.

El vicepresidente de la Legislatura, Cristian Ritondo, les comunicó que no podían armar esas estructuras, aunque no habría trabas para las mantas, al menos hasta que el gobierno pueda reubicarlos en otros espacios de la ciudad por donde suelen transitar turistas.

Los artesanos se negaron a quitar las instalaciones en señal de protesta. “De un día para el otro nos volaron a todos los que estábamos sobre Florida, nos prometieron reubicarnos y no obtuvimos respuestas hasta ahora. Necesitamos vender para poder comer y pagar las cuentas todos los días”, dijo Marisa, una de las artesanas.

En tanto, el Ministerio de Seguridad de la Nación aseguró que la venta ambulante sobre la peatonal Florida “no es un delito, es una contravención”, por lo que deben actuar “la Justicia y el Ministerio Público Fiscal porteño y la Policía Metropolitana, por ser auxiliar de la Justicia local”.

El conflicto entre los vendedores callejeros o “manteros” con el gobierno porteño surgió tras la decisión del Ejecutivo de la Ciudad de impedir que desplieguen sus productos sobre la peatonal Florida, para lo cual se implementó un fuerte operativo policial.