SOCIEDAD
› UNA BATALLA JUDICIAL BRITANICA POR UN NIÑO ENFERMO
Con permiso para diseñar un bebé
Un matrimonio logró en Gran Bretaña que le permitan concebir un bebé con características genéticas para ser donante de su hermano.
Por Walter Oppenheimer *
Desde Londres
Zain Hashmi tiene cuatro años. Cada tres o cuatro semanas debe recibir una transfusión de sangre que le permite regenerar sus glóbulos rojos. Si no la recibiera, su cuerpo se iría debilitando, su respiración se haría cada vez más difícil. Moriría en poco tiempo. Sólo hay un remedio para curar esa enfermedad: un trasplante de médula procedente de un donante con determinadas condiciones, algo casi imposible de conseguir. Los padres de Zain ganaron ayer una interminable batalla judicial para crear ese donante: concebir un bebé de diseño con las características genéticas necesarias para el trasplante.
Para la familia Hashmi, el proceso judicial que terminó el martes con la sentencia definitiva del Tribunal de Apelación, el recorrido por los pasillos de la Administración británica ha sido una larga batalla. La Autoridad para la Fertilización y Embriología Humana aceptó en febrero del año pasado la petición presentada por los Hashmi con el aval del Centro para la Reproducción Asistida de Nottingham, en el centro de Inglaterra. Pero el Tribunal Supremo emitió en diciembre una sentencia que echaba por tierra el permiso administrativo. Ayer, el Tribunal de Apelación anuló esa sentencia y emitió el veredicto definitivo, dando su visto bueno al bebé de diseño, pero bajo estrictas condiciones que impidan que su fallo se pueda interpretar como una luz verde generalizada a las modificaciones genéticas in vitro.
En el Reino Unido se podía ya elegir un embrión para evitar que el bebé naciera con una enfermedad congénita. Lo que autorizó ayer la Justicia fue seleccionar un embrión con el expreso objetivo de que sus células puedan ser utilizadas para sanar a otro niño enfermo.
A pesar del dramatismo del caso y de condenar a una muerte casi segura a Zain Hashmi, para el que las transfusiones son cada vez menos eficaces en el combate de su enfermedad, los movimientos provida se oponían a crear un bebé de diseño por razones morales. Ayer consideraron que “es una derrota para la sociedad en su conjunto y desde luego una derrota inmensa para el Parlamento”, que fue el que derogó el primer fallo a favor de la familia Hashmi cuando en diciembre actuó con sus prerrogativas de Tribunal Supremo.
La familia, claro, se ha declarado “absolutamente encantada”, aunque no hay garantías ni de que se pueda obtener el embrión genéticamente adecuado ni de que luego, una vez nacido el hermano de Zain, el trasplante de médula remedie definitivamente su enfermedad. “Tengamos o no tengamos éxito, esta decisión ha dado a Zain nuevas esperanzas”, proclamó ayer Shahana, la madre del chico. “Hemos dicho desde el principio que en el centro de este caso está nuestro hijo, un niño que sufre enormemente”, añadió. El doctor Simon Fishel, del Centro de Reproducción Asistida de Nottingham, se declaró también “encantado por los Hashmi en particular y por los demás pacientes que podrán también acogerse a este tratamiento en el Reino Unido”. Se estima que unas 100 mil personas en todo el mundo sufren esta rara enfermedad, llamada talasemia. “Me alivia también que esta sentencia deje claro de una vez por todas que es la Autoridad para la Fertilización y Embriología Humana el organismo responsable a la hora de otorgar las licencias reguladoras para aplicar este tratamiento”, añadió.
“Desde el punto de vista de las inquietudes de los ciudadanos, no hay razón para alarmarse porque, al igual que en el caso de los Hashmi, el procedimiento a seguir va a estar siempre altamente regulado por la Autoridad de Fertilización, que aplica condiciones muy estrictas que se estudian caso a caso”, aseguró el doctor Fishel. La autoridad reguladora ha dejado muy claro siempre que las autorizaciones para aplicar esta técnica se conceden siempre caso a caso y que nunca se abrirán las puertasa la creación de bebés diseño por el mero placer de elegir, por ejemplo, el color de los ojos de la criatura.
* De El País, especial para Página/12.