Las colonias de vacaciones porteñas, según el prisma con que se miren, pueden significar esparcimiento gratuito para 11 mil chicos en condiciones saludables o irregularidades sufridas por el personal contratado que se desempeña en ellas. Cada verano se repite la polémica. La defensora adjunta del Pueblo de la ciudad, Graciela Muñiz, denuncia precarización laboral entre los profesores de educación física: “No firman ningún contrato, sino una solicitud de trabajo o declaración jurada que deja totalmente desprotegidos sus derechos como trabajadores”. El subsecretario de Deportes, Francisco Irarrazával, responde: “Todos firman un papel, aceptan el salario que se les propone y nadie está obligado a trabajar. El sistema de contratación tiene quince años y es para gente que se desempeña durante un mes. Si se inscribieran en el monotributo no tendría ningún sentido, les resultaría más caro”.

Muñiz, profesora de educación especial y ex campeona sudamericana de natación, no es la primera vez que cuestiona las condiciones en que se realizan las colonias durante enero. Y va más allá de los profesionales representados por ADEF, la Asociación Docentes de Educación Física: “Los trabajadores de mantenimiento en los polideportivos y grandes parques firman un contrato anual con un sueldo de 1700 pesos mensuales por 7 horas de trabajo diarios. Y en él no se incluye cobertura de ART, seguro ni ningún tipo de protección”, dijo.

Consultado por Página/12, Irarrazával, un ex rugbier del club Cardenal Newman, informa que “este año se contrataron 1500 personas, la mayoría profesores de Educación Física, que trabajan en parejas pedagógicas con no más de 25 a 30 chicos. A mí no me consta lo que dice Muñiz sobre las ART o los seguros, pero si alguien denuncia durante años siempre lo mismo, con ello le hace un daño muy grande a la colonia de vacaciones”.

A principios de este mes, la defensora adjunta recorrió algunos parques dependientes del gobierno porteño y constató problemas que el área de Deportes desconoce o niega. “Se los notifiqué mediante cuatro oficios y sólo me respondieron con el envío del padrón de trabajadores en octubre de 2011.” Con ese elemento como prueba, investigó un tema más: la Planta Orgánico Funcional que depende de Irarrazával. “Comprobamos que sólo estarían ocupando sus puestos cuatro de cada diez empleados por polideportivo de acuerdo con el padrón, donde figuran más de 250 contratados. Sería interesante saber ¿dónde están los demás?”, se pregunta Muñiz.

El funcionario macrista prefiere poner el acento en la demanda que tienen las colonias de vacaciones: “La defensora no entiende que a comienzos de año se inscribieron unos 20 mil chicos, pero el primer día vinieron muchos menos. Esta vez fueron 7 mil y el número subió después hasta estabilizarse en 10 u 11 mil. La actividad se acomoda al tercer o cuarto día. Y el personal se mueve en función de esa nueva realidad”. Para Muñiz, esa realidad significa natatorios sin agua –como detectó en el Parque Roca–, falta de personal médico suficiente, problemas de higiene y otro tipo de irregularidades. En la Subsecretaría de Deportes, que depende del ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, invitan a comprobar de qué modo funcionan las colonias, como si las denuncias fueran sólo virtuales.