Sáb 04.02.2012

SOCIEDAD  › EL PILOTO QUE DA LA VUELTA AL MUNDO EN UN ULTRALIVIANO

Dos meses en el aire

Es esloveno, partió de su país en enero y acaba de llegar a la Argentina. Su avión pesa 290 kilos. La hazaña tiene un fin científico: fotografiar reservas de agua y medir indicadores de calentamiento global.

“Debemos cambiar nuestro estilo de vida porque el mundo no es tan grande e indestructible como parece. Aporto mi granito de arena por el cuidado del medio ambiente con la idea de crear conciencia en todas las personas, porque tenemos que pensar en lo que les dejamos a las generaciones futuras.” Estas fueron las palabras que el aviador, biólogo, ambientalista y fotógrafo esloveno, Matevz Lenarcic, pronunció al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de San Fernando, a bordo de un avión ecológico ultraliviano con el que está dando la vuelta al mundo desde principios de este año.

Dos meses y más de 50 países bajo un mismo lema: “Think small, think light, think green” –pequeño, ligero y verde– es el mensaje que Lenarcic y el gobierno de Eslovenia quieren transmitir a la comunidad internacional para “aumentar” y “reforzar” el compromiso medioambiental. El 9 de enero, este aventurero aviador se lanzó al de-safío cuando despegó el avión ultraligero Virus SW, el más económico y energéticamente eficiente, para dar la vuelta al mundo en dos meses y documentar así el problema de la escasez de agua y realizar un estudio innovador de medición del carbono negro.

Al cabo del primer mes, el ultraligero y su piloto hicieron su parada en Buenos Aires, luego de tres días de postergado su arribo por problemas climáticos y de permisos fronterizos.

Las lluvias del jueves no permitieron ver el aterrizaje de Lenarcic en vivo y en directo. Pese a ello, el aviador esloveno les regaló a los presentes un carreteo simbólico de su avión ultraliviano.

El rostro del piloto, de 53 años, denotaba cansancio, aunque exhibía su mejor sonrisa. En diálogo con Página/12, Lenarcic explicó: “Este será el vuelo más económico en la historia, hasta ahora. Es necesario empezar a pensar de una forma distinta: menos combustible, más liviano, más económico y cuidadoso de nuestro planeta”. “El equilibrio de las condiciones físicas que nos permiten sobrevivir es muy frágil. El sustrato de nuestra sobrevivencia puede ser preservado sólo por quienes son conscientes”, comentó Lenarcic.

En este sentido, señaló que el avión ultraligero Virus SW, que utiliza para dar la vuelta al mundo, “pesa sólo 290 kilogramos, consume lo mínimo de combustible –unos 16 litros por hora– y alcanza velocidades máximas de hasta 300 kilómetros por hora”. Los aviones comparables que vuelan con la misma velocidad consumen unos 25 litros por hora. Asimismo, sostuvo que al gastar tan poco combustible “el consumo más bajo no es solamente más ecológico, sino que permite vuelos más largos que duran ocho horas o más”.

La aeronave puede recorrer unos cuatro mil kilómetros sin aterrizar y alcanzar altitudes máximas de 10 mil metros, además de soportar temperaturas altísimas o polares, en sus cruces por la línea del Ecuador o la Antártida, respectivamente”, comentó Lenarcic.

El avión utilizado en la travesía mundial fue especialmente diseñado, para esta ocasión, por la empresa de aviación eslovena Pipistrel y costó unos 130 mil euros, gracias a que varios sponsors patrocinaron esta iniciativa. A la aeronave se le añadió un turbo motor Rotax 914, que reduce el consumo total de combustible y le permite volar a alturas muy elevadas; además, cada una de sus alas funcionan como tanques de combustible adicionales.

Además de un aspecto ecológico, el vuelo apuntará a realizar una investigación conjunta con científicos eslovenos sobre la concentración de carbono negro en la atmósfera. “Este es unos de los mayores contaminantes actuales, que se genera a partir de la combustión inconclusa. Con esta propuesta queremos determinar, durante todo el vuelo, de dónde proviene este contaminante atmosférico y cómo diferenciarlo: si surge de la combustión de los automóviles, o si se genera por acontecimientos naturales, como incendios forestales o cenizas volcánicas que quedan en suspenso luego de una erupción”, explicó Lenarcic.

“También estoy sacando una serie de fotos de reservorios de agua dulce, para alertar al mundo sobre la carencia de agua potable. Cuando concluya mi viaje saldrá una publicación que visualizará este inconveniente”, afirmó.

En el agasajo a Lenarcic, Tomaz Mencin, el embajador de Eslovenia en Argentina, informó a este diario que el objetivo de este vuelo “es ambiental, con un estudio sobre la Tierra”. Además, dijo que el proyecto Pequeño, Ligero y Verde simboliza lo que es Eslovenia, un país pequeño, verde –que después de Suecia tiene la mayor cantidad de bosques de Europa– y ligero, porque somos una población abierta al mundo”.

“Eslovenia es un país que le da mucha importancia al tema ambiental, y estamos muy agradecidos que Matevz (Lenarcic) nos pueda representar de esta manera alrededor del mundo. El es un piloto amateur, ecologista, biólogo y fotógrafo que tiene un mensaje que merece ser escuchado”, opinó.

Informe: Sabrina Améndola.

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