El chico de 15 años que causó dos muertes mientras manejaba sin permiso el auto familiar fue entregado ayer a su madre, regresada al país por la tragedia. Tras haber pasado la noche en un centro de contención de menores de La Plata, el adolescente J., cuya identidad se mantiene en reserva por tratarse de un menor de edad, regresó a su casa, donde permanece con arresto domiciliario. La medida, además, fue decidida luego de que J. no pudiera declarar ante la fiscal María Cristina Luzuriaga, debido que la perito psicóloga determinó que no estaba en condiciones de hacerlo “por su estado emocional”. El joven, explicó la defensora oficial Marcela Kern, todavía se hallaba “traumatizado” por lo ocurrido.

Al regresar a la Argentina procedente de Brasil, donde pasaba sus vacaciones, la madre de J. no hizo declaraciones. Habló con la prensa, en cambio, la abuela del chico, quien se mostró dolida por lo sucedido y las muertes en que derivó la travesura de su nieto. La mujer, en diálogo con una radio porteña, explicó que está “sufriendo mucho, lo único que me interesa son los chicos que murieron”, uno de los cuales, Jonathan Báez, fue enterrado ayer por la tarde.

“Por ahora la jueza de Garantías (Nora Dina Guendle) mantiene el arresto domiciliario y (J.) va a quedar con su madre”, explicó la defensora Kern, quien, por otra parte, pidió el levantamiento de esa medida porque “no hay peligros procesales de fuga”. La fiscal Luzuriaga aclaró, por su parte, que la madre del chico “está dispuesta a controlar todo esto” y comprende que debe “tener a su hijo bajo su mirada dentro de ese domicilio y lo podrá asistir desde el aspecto médico”.

Lo sucedido se investiga bajo la carátula de “doble homicidio con dolo eventual”. El otro fiscal asignado al caso, Jorge Venzano, recordó que J., por ser menor de 16 años, “en el aspecto penal no es punible”, aunque su colega Luzuriaga señaló que, de todos modos, “hay responsabilidades directas e indirectas”; la próxima semana se conocerán los resultados de los peritajes accidentológicos y de los análisis de sangre practicados el jueves. Al adolescente no le quedarán registrados antecedentes penales por este hecho, en tanto que la causa quedará reservada en el fuero Penal Juvenil bonaerense.

En diálogo con este diario, el asesor de menores e incapaces de la provincia de Buenos Aires Rómulo Abregú explicó que además de ser “no punible” por su edad, el adolescente “no puede ser sometido a proceso alguno”. Por ello, señaló Abregú, de acuerdo con la normativa, la jueza, amén de aguardar las pericias, deberá “resolver la no punibilidad y cerrar la causa”. Paralelamente, y de acuerdo con la ley bonaerense 13298, las decisiones sobre acompañamiento y contención de J. serán tomadas por “los servicios locales de protección de Derechos del Niño. Es decir que, al cerrarse la causa, ya no interviene la Justicia, sino un órgano administrativo”. “Cuando el chico tiene contención familiar, como parece que sucede en este caso, lo más probable es que el Estado realice acompañamiento” sin necesidad de institucionalizar al adolescente.

Por otra parte, Franco, uno de los amigos de J., que resultó ileso porque, al estar enyesado y sufrir molestias, regresó antes a su casa, dijo que el adolescente “no sabía manejar”. El grupo había sacado el auto “sin ponerlo en marcha para que la abuela no escuche” y luego había ido a casa de Federico Falchinella, el chico que resultó muerto en el asiento del acompañante. En ningún momento de la noche, agregó, tomaron alcohol.