A poco menos de dos años de sucedido el crimen, comenzó el juicio por la muerte de Carola Bruzzoni, la mujer asesinada a mazazos por su amiga Silvia Luna, mientras ambas trabajaban en la cocina de un restaurante, en Las Heras. En los inicios del debate, que transcurre en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Mercedes, la familia de la víctima pidió “la pena máxima” para la agresora, imputada por el fiscal Adrián Landini por “homicidio simple”, que prevé entre 8 y 25 años de cárcel. Durante la jornada, Luna, que ya se encuentra privada de su libertad, evitó declarar, pero escuchó cómo los primeros testigos la comprometieron con sus declaraciones. Sergio Robledo, el viudo de Bruzzoni, explicó que, además de impartir justicia por el asesinato de su mujer, el proceso sirve para “conocer qué motivó a Luna” a agredir tan feroz e imprevistamente a su mujer, el 17 de abril de 2010, por entonces de 40 años.

De acuerdo con la hipótesis inicial de la fiscalía, Luna habría atacado a su amiga y compañera de trabajo Bruzzoni por temor a que, durante la fiesta de su casamiento, mostrara un video en donde ella aparecía manteniendo relaciones sexuales con un hombre que no era su futuro marido.

Ayer, ante el tribunal integrado por los jueces Alejandro Caride, Eduardo Costa y Ricardo Marfía, la moza Carolina Casco arrojó luz sobre esa hipótesis y comprometió seriamente a Luna. Casco trabajaba en Matute, el mismo bar que la acusada y la víctima. En el pueblo, contó, se rumoreaba que Carola iba a exhibir en la boda de Luna un video hot que la comprometía, imágenes que, por otra parte, ya todos los empleados del bar habían visto y en las que Luna mantenía relaciones sexuales con un hombre que no era su pareja. A pesar de los corrillos, explicó, nadie salvo Luna creía en la veracidad de los rumores.

El día del ataque, la acusada fue a casa de Casco. “Silvia (Luna) me dijo que Carola (Bruzzoni) iba a mostrar un video hot donde estaba ella y que se iba a quedar sin casamiento”, contó Casco, quien recordó que esas palabras fueron acompañadas por llanto y estado de desesperación. Luna también le planteó que quería dejar de compartir el trabajo con Bruzzoni, porque si la veía “la iba a matar”. Cuando Luna se fue, Casco llamó por teléfono al bar para poner sobre aviso a Bruzzoni, pero su conversación quedó interrumpida: mientras transcurría, Luna atacó a Bruzzoni sirviéndose de una maza de ablandar carne. Horas después, Bruzzoni fue internada, falleció nueve días después.

El viudo Robledo negó rotundamente haber sido él el coprotagonista de ese video y también que Bruzzoni estuviera planeando una proyección sorpresa en el casamiento. “Yo no soy el hombre del video. Yo no creo que Carola haya querido mostrar un video de esa índole, eran amigas. Estábamos invitados al casamiento y yo le iba a hacer el video del casamiento. Era un regalo.”

El abogado de la familia Bruzzoni, Cristian Pérez Solís, adelantó que la acusada podría ser condenada a “reclusión perpetua” si el tribunal encuentra que incurrió en “homicidio calificado”. Sin embargo, de persistir la actual calificación de “homicidio simple”, Luna podría recibir una pena de “25 años de prisión”. El viudo contó que “tengo un hijo de 21 años con el que quedamos destruidos. Exigimos la pena máxima”.

De acuerdo con lo estipulado, durante todo el juicio declararán 28 testigos. El cronograma de ayer se cumplió, hoy brindarán testimonio otros once testigos y el miércoles podrían comenzar los alegatos. Al comenzar el debate, Luna fue llamada a prestar declaración indagatoria para dar su versión de los hechos, pero rechazó la propuesta.