SOCIEDAD › TRAS DECLARAR, QUEDO LIBRE EL JOYERO QUE MATO A UN LADRON EN EL CENTRO
Macri desató un debate al intentar aprovechar políticamente el tema. Por la mañana había criticado la detención del hombre que apuñaló a un ladrón durante un asalto. Luego le envió “un abrazo grande, mío y de muchos argentinos”.
“Le explicó a la jueza (Laura Bruniard) que la situación que vivió era de matar o morir.” El abogado del joyero y pastor evangélico Fernando Blanco (40), que el jueves mató a un ladrón que intentó asaltarlo, aseguró que se trató de un caso de “legítima defensa” y, por esa razón, ayer por la tarde lo dejaron en libertad, sin perjuicio de la continuidad de la causa. Al margen de la novedad en el plano judicial, el caso despertó polémica a partir de los dichos del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y de su ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, quienes cuestionaron que Blanco haya sido detenido por la Policía Federal apenas ocurrido el hecho. “No entiendo cómo se llevaron detenido de esa manera al joyero que desarmó a un ladrón y actuó en defensa propia”, fue la frase que deslizó Macri, cuestionando a la Justicia y exaltando la actitud del joyero. El abogado Ernesto Moreau, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), opinó al respecto que si bien “éste parece ser un caso de legítima defensa, hay que tener en cuenta que si hay una muerte, la Justicia debe ordenar la detención del autor para tomarle declaración y reconstruir lo que sucedió. Ahora lo dejaron en libertad mientras sigue el proceso, de manera que la actuación de la jueza ha sido correcta”.
Sobre el episodio ocurrido el miércoles en Talcahuano al 100, en el centro de Buenos Aires, Macri escribió en su cuenta de Twitter su sorpresa por la detención del comerciante. Luego, por la misma vía, contó que dialogó con Blanco, a quien le envió “un abrazo grande, mío y de muchos argentinos”. También le dijo que fue “horrible” la situación que vivió y que tenía que tener “fuerza” porque su familia lo necesita. El joyero tiene tres hijos, el menor de 8 años. Siguiendo los pasos de su jefe, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, también criticó la forma en que fue detenida la “víctima de un asalto”.
El funcionario, en un comunicado, criticó que lo hayan sacado del negocio esposado y con el rostro cubierto porque de ese modo “se puso a la víctima de un delito que, a priori, actuó en legítima defensa, en la misma condición que a los delincuentes que fueron a asaltarlo”. El ministro sostuvo que “si la policía llega al lugar porque el joyero activó la alarma, ¿a dónde se iba a ir? Era claramente la víctima y podía demostrarlo. ¿Era necesario que el Estado volviera a victimizarlo al retirarlo esposado, con la cara tapada y en un patrullero?”. Agregó que “en lugar de recibir el apoyo necesario, recibió el castigo que debían haber recibido los delincuentes que fueron a asaltarlo”.
Consultado acerca del caso, el abogado de la APDH Ernesto Moreau consideró que “a priori, este parece ser un caso distinto al del ingeniero (Horacio) Santos, porque no hubo una persecución revólver en mano para asesinar al ladrón a sangre fría”, dijo recordando un hecho ocurrido el 16 de junio de 1990 y en el que murieron dos jóvenes que habían robado el estéreo del auto del profesional que los mató a tiros. Sobre el caso actual, Moreau afirmó que “la detención fue prudente, porque había un muerto y el valor de la vida humana está por encima del valor de la propiedad. El homicidio es un delito no excarcelable, de manera que había que detenerlo hasta saber cómo fueron los hechos y ver si se trataba de un homicidio doloso, de un homicidio culposo o de un caso de legítima defensa”. Moreau explicó que “tal vez se critica porque, por lo general, a los empresarios nunca los detienen en un caso así, mientras que si los sospechosos son jóvenes de pocos recursos, seguro que se los llevan de a cuatro o cinco, aunque no se tengan pruebas, y nadie dice nada”.
El abogado de la APDH estimó que “es correcto que la jueza haya dejado ahora en libertad al joyero si considera que hubo legítima defensa y es correcto que siga adelante la causa hasta que se tengan los testimonios y las pruebas necesarias para corroborar cómo fueron los hechos”.
Gonzalo Romero Victorica, el abogado del joyero, informó ayer que su representado “le explicó” a la jueza Bruniard que la situación que le tocó vivir era cuestión de “matar o morir”. Luego de la indagatoria, la jueza dispuso la libertad de Blanco, quien antes de volver a su casa tuvo que pasar por una revisación médica en la comisaría tercera, donde se habría comprobado que tiene algunos cortes en el cuerpo producto del forcejeo con el ladrón que intentó asaltarlo.
Según Romero Victorica, el hecho quedó enmarcado como “homicidio en legítima defensa”. El abogado sostuvo que no se está “frente a un ‘justiciero’, ni alguien que sale y persigue durante horas a su agresor. Estamos en presencia de alguien que tiene frente a sí a otro que tiene un cuchillo, una pistola, con quien se bate a duelo y se juega la vida”.
Relató que durante el robo, al joyero “le referían que conocían todos sus movimientos, a su familia y que tenían en su poder a sus hijos”. En relación al hecho, prestaron declaración dos empleados que acompañaban a Blanco. “Son dos mujeres que explicaron cómo ingresaron a trabajar, cómo fueron sorprendidas en el pasillo del sexto piso por dos personas armadas y por qué ingresó Blanco primero con uno (de los ladrones) y la puerta se cerró después de un forcejeo.”
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