SOCIEDAD › LA TORMENTA Y LOS FUERTES VIENTOS PROVOCARON DESTROZOS Y CIENTOS DE ARBOLES CAIDOS. MURIO UNA MUJER
Hubo ráfagas de más de cien kilómetros por hora. En la ciudad y el conurbano, cientos de calles quedaron obstruidas por los árboles. También volaron techos, carteles y otros objetos. Demoras en Ezeiza, corte del ferrocarril Roca y cierre de la Autopista del Oeste.
A una velocidad superior a los cien kilómetros por hora, las ráfagas de la tormenta se abatieron anoche sobre la ciudad de Buenos Aires, el oeste y el sur del conurbano: cayeron numerosos árboles, volaron techos y hubo cortes puntuales de luz. En Gonnet, La Plata, una mujer murió aplastada por un árbol. La Autopista del Oeste quedó totalmente cortada y a oscuras, a la altura de La Reja. En Villa Soldati, el Riachuelo desbordó sobre las calles. Muchas esquinas se inundaron en distintas zonas, y en Cramer y Balbín –barrio porteño de Belgrano– el agua llegó a una altura de 20 centímetros. En Wilde hubo “importantes destrozos” y en Ramos Mejía los vecinos se organizaron para atender la situación. Es que, claro, no sólo fue el viento: la lluvia caída superó los 44 milímetros en una hora, en distintos barrios granizó y también cayeron rayos, ya que “hubo muy fuerte actividad eléctrica”, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El organismo diagnosticó “un frente de tormentas severas, que avanzaron alineadas desde el centro de la provincia hacia el área metropolitana”.
Anoche, la calle Doblas, entre Rivadavia y Chaco –pleno barrio de Caballito–, estaba obstruida por un añoso árbol, que rompió la reja del Parque Rivadavia hasta apoyarse en el balcón de un departamento. Sólo en la plaza de Pompeya, cinco árboles habían sido derribados y un gran cartel de publicidad estaba caído sobre dos autos. En Villa Soldati, varios centímetros de agua cubrían el asfalto de las calles próximas al Riachuelo, que había desbordado. En la Autopista 25 de Mayo volaron casillas de peaje y, en el edificio del Ministerio de Desarrollo Social, andamios de obra cayeron sobre un automóvil que circulaba por el lugar.
Muchos semáforos quedaron fuera de servicio sobre la avenida Juan B. Justo. Esquinas como la de Chiclana y Maza, en Boedo, o Blanco Encalada y Amenábar, en Belgrano, quedaron anegadas. En Pasaje Garro al 3000, Parque de los Patricios, cayeron varios árboles, uno de los cuales aplastó un automóvil.
En el Parque Roca –al sur de la ciudad de Buenos Aires–, se había instalado una carpa donde se ofrecería una cena a los tenistas croatas que llegaron para disputar la Copa Davis, pero no: invitados y anfitriones debieron retirarse en una combi, bajo riesgo de que la carpa cayera sobre sus cabezas.
Daniel Russo, director de Defensa Civil de la ciudad de Buenos Aires, señaló que “la intensidad del viento provocó la caída de árboles sobre vehículos, en número superior a treinta; también volaron chapas de techos en viviendas precarias de la zona sur de la ciudad. En cuanto a la lluvia, en el barrio de Versalles habían caído 58 milímetros hasta las 21. Y, en el barrio de Mataderos, los vientos alcanzaron los 94 kilómetros por hora”.
Había dificultades para comunicarse con localidades del sur del conurbano: en Quilmes, Solano, Bernal y Wilde –donde el SMN reportó “importantes destrozos”–, la caída de antenas cortó el servicio de celulares y aun de líneas fijas, incluso el 911. El temporal también se sintió fuertemente en La Plata y Ezpeleta. El aeropuerto de Ezeiza operaba con demoras y padeció apagones que obligaron a recurrir a generadores de emergencia. El servicio del ferrocarril Roca fue suspendido.
En la zona oeste del conurbano también hubo daños destacables. El tránsito en la Autopista del Oeste fue interrumpido, luego de que, a la altura de La Reja, colapsara un puente peatonal. La tormenta causó destrozos en Morón y Haedo. En Ramos Mejía, grupos de vecinos se organizaron en comisiones, recorriendo el vecindario para verificar daños y apuntalando algún poste semicaído.
La tormenta se sintió menos en la zona norte del conurbano, pero se consignaron daños en Zárate y Campana. En Vicente López, se registraron caídas de rayos, que causaron daños en hornos eléctricos y otros dispositivos.
La temperatura bajó diez grados en pocos minutos; antes, en la tarde, la sensación térmica había llegado a superar los 30 grados, marca inhabitual en esta época del año.
“Las ráfagas superaron fácilmente los cien kilómetros por hora en las zonas oeste y sur del conurbano, y en la ciudad de Buenos Aires llegaron a los cien kilómetros –destacó Sergio Jalfin, pronosticador de turno del SMN–: eso causó la caída de postes de luz, árboles, y hubo también techos de casas seriamente afectados. Hasta las 21, el agua caída llegaba a los 44 milímetros en nuestra estación de Villa Ortúzar; en Aeroparque no superó los 21 milímetros. También hay reporte de granizo, de dos y tres centímetros de diámetro, en varios barrios porteños y en zonas del conurbano. Hubo también muy fuerte actividad eléctrica.”
Según explicó el pronosticador del SMN, “se trató en realidad de una línea de tormentas severas: las imágenes de radar y satélite muestran, no una, sino varias tormentas avanzando alineadas desde el centro de la provincia de Buenos Aires hacia el oeste, para alcanzar el área metropolitana hacia las 20 horas”. Anoche, el SMN preveía “lluvias y algunas tormentas, aisladas y de menor intensidad, que irán perdiendo fuerza en la madrugada, cuando las condiciones mejorarán definitivamente”.
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