Mié 23.04.2003

SOCIEDAD  › NUEVAS DUDAS SOBRE EL VECINO DE LOS GARCIA BELSUNCE

Un teléfono celular delator

Pachelo es el otro sospechoso del crimen de María Marta. Su coartada es que no estaba en el country al suceder el hecho.Ahora se sabe que sus llamadas a esa hora partieron de Pilar.

› Por Raúl Kollmann

“Setenta por ciento de las sospechas están dirigidas a Carlos Carrascosa, treinta por ciento de las sospechas al vecino, Nicolás Pachelo.” Así describía un juez, que tuvo acceso al expediente García Belsunce, las pistas que existen en el caso y cómo se distribuyen las sospechas de participación en el asesinato. Sin embargo, la proporción de sospechas sobre el vecino Pachelo aumentaron a raíz de los datos conocidos ayer. A las 19 de aquel domingo del crimen, desde el celular de Pachelo salió una llamada a su madre, Susana Ryan. La comunicación se hizo desde la zona de Pilar, según un informe de la empresa Movicom. Además, no podría tratarse de un error ya que además de a la madre, Pachelo llamó a otras personas en el mismo horario y todas esas llamadas también fueron cursadas por la antena de Pilar. Esto indicaría a priori que a la hora del crimen Pachelo estaba en Pilar y no, como dijo bajo juramento, en el shopping Paseo Alcorta, en Palermo. Anoche, en la Gendarmería se hizo una pericia de importancia para determinar si a los orificios en la cabeza de María Marta se los intentó tapar con pegamento.
La familia García Belsunce siempre puso énfasis en la pista Pachelo –obviamente sosteniendo que Carrascosa es inocente– y la hipótesis consiste en que el vecino habría participado en un robo en casa de Carrascosa y su mujer, y que él o un cómplice fueron sorprendidos por María Marta, por lo que la mataron. Los García Belsunce mencionan que Pachelo fue involucrado en tres hechos anteriores, todos ocurridos en días domingo como el de la muerte de MM: el robo de una computadora, el de 47 palos de golf y el del perro de María Marta. En el caso de la computadora, lo acusa un electricista; en los 47 palos de golf hay una filmación de un negocio donde Pachelo los habría ofrecido, y en cuanto al perro, por el que se pidió un rescate, MM lo acusó públicamente en una asamblea del country. Pachelo niega en forma categórica que haya tenido relación con lo de la computadora y lo del perro y sostiene en que en el caso de los palos de golf le hicieron una cama.
Pero lo más sólido que esgrimía Pachelo contra quienes lo acusaban era la coartada: que no estuvo en el Carmel a la hora del crimen. Esta coartada está seriamente cuestionada. En primer lugar, porque hay tres chicos de entre 14 y 17 años –dos declararon en la causa– que dicen que lo vieron en el country a la hora del crimen e incluso describen su vestimenta. Sin embargo, la cuestión de las llamadas es la más seria y aparece en el cuerpo más reciente del expediente. Según Movicom, a las 19 del día del crimen, Pachelo hizo una llamada desde su celular a su madre Susana Ryan y la comunicación salió cursada por la “célula Pilar” o sea la antena de esa zona. Pachelo había dicho que se fue del country antes de las 18, pero que salió en el auto de su esposa que perdió la tarjeta magnética del Carmel y por eso esa salida no aparece registrada. Se dirigió al shopping Paseo Alcorta, donde hizo una compra en El Mundo del Juguete. El informe de Movicom –de ser fidedigno– pone en jaque la coartada, más aún teniendo en cuenta que no se trata de una llamada sino que hubo varias en los minutos siguientes.
Respecto de la pericia que se hizo en la Gendarmería, el objetivo era determinar si había pegamento en los orificios de bala que MM tenía en la cabeza. Si se detectaba pegamento, la situación de la familia se complicaría muchísimo, ya que la única explicación es que trataron de tapar los orificios de bala para que no se notara el asesinato. Alrededor de los orificios se encontraron dos metales, estroncio y plata. El trabajo determinó que el estroncio proviene de una crema para el cabello, Henna Egipcio, en la que se utiliza el estroncio para el efecto de los reflejos. Pero lo que nadie entendía -.ni entiende– es cómo aparece la plata. En el trabajo hecho en la Gendarmería, con la presencia de peritos oficiales yde la familia, se determinó que sólo hay plata en uno de los orificios y la conclusión es que “no se puede determinar la razón de la aparición de los rastros de plata”. Por de pronto, el informe del fabricante de La Gotita, Poxipol y Poxiran es que no utiliza plata para fabricar sus pegamentos y por ello la sospecha de la existencia de pegamento quedó muy debilitada.
Para los investigadores, las sospechas sobre Carrascosa se centran básicamente en dos elementos. Que fue el primero que llegó a la casa, no debió confundir el asesinato con una caída del baño y fue él quien instaló la teoría del accidente. Y además, según tres testigos, mintió en cuanto a su coartada ya que no dijo que había estado en la confitería del country. La defensa sostiene que esos testigos están confundidos, que Carrascosa no estuvo en la confitería y que a esa hora estuvo viendo el partido de fútbol entre Rosario Central e Independiente.

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