Hoy lunes, por la tarde, más de un centenar de obispos católicos que forman parte de la Conferencia Episcopal Argentina comenzarán las sesiones de la 103ª Asamblea Plenaria, que se extenderá durante toda la semana. En el temario del encuentro episcopal figura un “intercambio y propuestas sobre el nuevo Código Civil y otros temas vinculados al cuidado de la vida”, según consta en la información oficial. El espacio servirá para que la jerarquía de la Iglesia termine de definir una estrategia respecto de las reformas planteadas por el Poder Ejecutivo al Código Civil, especialmente en aquellas cuestiones que, según los obispos, se oponen a la moral familiar y sexual según la entiende la doctrina católica.

El presidente del Episcopado, José María Arancedo, quien presidirá las sesiones, ya anticipó públicamente su posición en relación con la iniciativa de reformas. En su reciente mensaje pascual el arzobispo santafecino manifestó que “la propuesta de reforma del Código Civil, como marco básico que regula la vida del hombre y sus relaciones en la sociedad, es un tema que nos compromete a todos”. Consideró también que “no caben las urgencias en temas de tanta trascendencia” y que frente a las propuestas “no podemos permanecer indiferentes ni ser espectadores de decisiones que nos involucran y requieren de una amplia participación federal y reflexión”.

En esa oportunidad Arancedo dio la pauta de lo que piensa la mayoría de la jerarquía católica respecto de este tema, al afirmar que “el Código Civil, por su carácter estable y modélico, al definir las obligaciones y derechos de las personas e instituciones, no es algo neutro sino que a través de él se expresan doctrinas y corrientes de pensamiento” y que “un nuevo Código debe tener en cuenta la riqueza de tradiciones e instituciones jurídicas como principios y valores que hacen a nuestra vida e identidad”.

Si bien algunos consideran que éste puede ser el principal tema de la asamblea episcopal que, como es costumbre, se realizará en la Casa de Ejercicios Espirituales El Cenáculo (ex Montonera) en Pilar (Buenos Aires), otras cuestiones también están incluidas en la agenda. Jorge Lozano, el obispo que preside la Comisión de Pastoral Social, tendrá un espacio para introducir a sus colegas en el debate sobre la problemática del medio ambiente. La comisión a su cargo elaboró un informe que será puesto a consideración de los obispos y que incluye también análisis sobre cuestiones tan delicadas como las consecuencias ambientales de las explotaciones de megaminería. Los obispos católicos de la Patagonia vienen siguiendo con preocupación la cuestión ambiental y ya advirtieron en varios pronunciamientos sobre los riesgos que se corren.

Pero además de este informe puntual, Lozano (quién asumió su cargo el año pasado) tiene en su carpeta mucha información sobre la situación política y social del país, resultado de una nutrida agenda de reuniones que en los últimos meses ha tenido con dirigentes sindicales de todas las orientaciones, desde Hugo Moyano hasta Luis Barrionuevo, empresarios, políticos y líderes de movimientos sociales. Con todos esos elementos el Presidente de Pastoral Social podrá enriquecer el momento que bajo el título “intercambio pastoral” los obispos incluyen en su agenda para dedicarlo al análisis de la coyuntura social, económica y política del país vista desde la perspectiva eclesiástica. Este punto será uno de los primeros a tratar en el plenario, seguramente durante el día martes.

No existe por el momento ningún anuncio oficial acerca de un pronunciamiento o documento que surja como resultado de las deliberaciones. Si bien la idea no está descartada, una decisión sobre el particular se adoptará una vez que los obispos se encuentren reunidos y comiencen a dialogar entre ellos sobre la estrategia a seguir en cada uno de los temas y el lugar que dentro de la misma jueguen las declaraciones públicas que, sin lugar a dudas, estarán acompañadas de entrevistas y diálogos reservados con autoridades de gobierno, dirigentes políticos y legisladores.