“Argentina ha tomado un camino que no piensa abandonar y que quiere profundizar cada vez más porque no queremos seguir siendo consumidores de ciencia y tecnología, sino productores de ciencia y tecnología”, dijo ayer la presidenta Cristina Kirchner, en la inauguración formal del Simposio Internacional Fronteras en Biociencia, que se viene realizando desde el fin de semana en el Polo Científico Tecnológico, nueva sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Kirchner destacó que en los últimos años, las políticas desarrolladas en este campo permitieron el regreso al país de “890 científicos argentinos que se habían ido por falta de oportunidades y que ahora fueron repatriados; antes de fin de año pensamos llegar a los 1000 repatriados”, anunció. La primera jornada tuvo como temática la biología general y contó con la exposición de seis investigadores alemanes del más alto nivel en biociencia. Uno de ellos, Phillipe Bastiaens, dio una conferencia sobre uno de sus principales trabajos de investigación: el funcionamiento de las células en relación con el desarrollo de nuevas vacunas para el tratamiento del cáncer.

En su discurso inaugural del simposio, Cristina Kirchner resaltó ante los científicos extranjeros y argentinos presentes que “el gran desafío de la ciencia para el país es, precisamente, desafiar lo que ya existe y se conoce” y poner el énfasis en “la necesidad de dedicarse a las ciencias duras”. En el plano internacional, criticó el hecho de que en Europa “se pretenda continuar aplicando políticas de ajuste, lo que significó fracaso, miseria y ausencia de inclusión social”. En ese sentido, recordó que en los noventa, en Argentina, los docentes tuvieron que instalar la Carpa Blanca para poner en el tapete la crisis de la educación. Sostuvo que en los últimos años, en esa materia “se dio un gran salto y se destina más de seis puntos del PBI a la educación. Se invirtió la ecuación, que en el 2001 era exactamente al revés” en cuanto a los recursos destinados.

Dijo la Presidenta que en materia de biotecnología y software “el país se convirtió en líder regional” y que es preciso “aplicar el conocimiento a la economía para lograr mayor rendimiento, más trabajo y crecimiento”. En relación con el simposio, se congratuló por la presencia de dos Premios Nobel.

Además de la conferencia del científico alemán Phillipe Bastiaens sobre sus investigaciones para el desarrollo de nuevas vacunas contra el cáncer, también disertó Ralf J. Sommer, quien se refirió a sus investigaciones sobre la biología de la evolución y cómo el mecanismo molecular se desarrolla y se modifica para generar diversidad. Linda Partridge analizó los procesos de envejecimiento humano y la relación entre las expectativas de vida y la nutrición.

Frontera de Biociencia tiene como objetivo fomentar la capacidad científica argentina a partir del intercambio de experiencias con investigadores de primera línea a nivel mundial. El encuentro inició sus actividades el domingo y continuará con ponencias hasta mañana. En la jornada inaugural dieron la bienvenida a los participantes el director del IBioBA, Eduardo Arzt; el vicepresidente de la Sociedad Max Planck, Herbert Jäckle; el director del Instituto Max Planck de Psiquiatría, Florian Holsboer, y el embajador de Alemania, Günter Kniess. En la apertura también hubo una disertación del Premio Nobel de Química 1988, Robert Huber.

El ministro de Ciencia, Lino Barañao, destacó la cooperación con organismos extranjeros para “perfeccionar la capacidad científica nacional”. En ese hecho dejó sentada la importancia del actual simposio, que contará con ponencias de más de 45 oradores, treinta de los cuales pertenecen a la Sociedad Max Planck de Alemania. “Desde el ministerio impulsamos esta clase de eventos de cooperación internacional para poder ponernos en contacto con las instituciones más importantes y prestigiosas del mundo y nutrirnos de su impronta científica.” Dijo que con ese objetivo fomentaron “la creación del Instituto en Biomedicina de Buenos Aires (IbioBA), en conjunto con la Sociedad Max Planck y el Conicet”, en ese predio, que “será un espacio de investigación y desarrollo fundamental para el perfeccionamiento de nuestros recursos humanos”.

En el simposio, se hizo mención especial a la labor que realiza la Dirección Nacional de Relaciones Internacionales en la “promoción y fortalecimiento de la cooperación internacional” a nivel bilateral, multilateral y regional, en materia de ciencia, tecnología e innovación productiva “como herramienta estratégica en el diseño de políticas nacionales en investigación y desarrollo”. Una de las acciones que lleva adelante la Dirección Nacional es el programa Raíces (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior), que trabaja en la repatriación de científicos que hoy están trabajando fuera del país.