La banda hacía los hurtos en Ezeiza y luego vendía los objetos.

Luego de allanar 22 domicilios en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, fue desbaratada una banda que robaba objetos de valor del equipaje que circula en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo a quince personas durante los operativos realizados el sábado pasado, siete eran empleados del área de carga, otros trabajan en distintas compañías aéreas. “La banda realizaba hurtos de teléfonos celulares, tablets, notebooks, memorias, reproductores de música, pen drives y joyas, que se encontraban en cargas y equipajes en tránsito, y luego eran vendidos en comercios de manera ilegal”, detalló la PSA en un comunicado. La investigación judicial comenzó en marzo de 2010, cuando un empleado del aeropuerto denunció que algunos miembros de la banda le habían ofrecido “participar” de lo hurtos.

Según describió a Página/12 una fuente de la PSA, la organización tenía cuatro partes: “Tres cabecillas que indicaban el precio y el lugar donde se vendía lo robado y pertenecían a la empresa Intercargo. Otros siete, de la misma empresa, se dedicaban a sacar los elementos de valor de los equipajes; de éstos, uno era parte del grupo de los reducidores que vendía lo robado, junto a un empleado de LAN y otra persona ajena al aeropuerto. Después había dos empleados de Flying Cargo Services y uno de Sky Chefs que se encargaban de sacar lo robado del aeropuerto”.

Los detenidos son hombres de entre 25 y 50 años, diez de ellos trabajan en Intercargo, una empresa que se dedica, entre otras cosas, a las cargas y descargas de las bodegas de los aviones en 20 aeropuertos del país. Flying Cargo ofrece servicios de transporte de cargas para importadores y exportadores, LAN es una línea aérea y Sky Chefs provee servicios de catering en vuelo. Al parecer, aprovechaban el momento en el que acomodaban el equipaje de los pasajeros en las bodegas para revisarlo y robar objetos de valor.

La PSA hizo la denuncia judicial, que recayó en el juez federal Carlos Ferreiro Pella. El magistrado ordenó escuchas telefónicas y vigilancias encubiertas para desentrañar el funcionamiento de esta banda y los roles dentro de la estructura, que además de los coordinadores de precio y entrega, incluía personas destinadas a custodiar lo robado y a choferes.

El sábado pasado, en forma simultánea, Ferreiro Pella ordenó 22 allanamientos en las localidades de San Justo y Ciudad Evita, partido de La Matanza; en Temperley, Villa Dominico, Esteban Echeverría, Ezeiza y Morón.

Además, la PSA revisó varios locales comerciales de venta de objetos de electrónica de la Capital Federal. También una parrilla del barrio porteño de San Cristóbal, cuyo dueño era el integrante de la banda que no desempeñaba funciones en el Aeropuerto de Ezeiza.

Las tareas de inteligencia ya habían comprobado que lo robado se revendía en joyerías, restaurantes y comercios de electrónica del conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires. Los comerciantes que vendían estos artículos no fueron detenidos.

En los lugares allanados los agentes secuestraron dos armas de fuego, una gran cantidad de municiones, once cámaras filmadoras, 22 cámaras de fotos, nueve consolas de videojuegos, 120 memorias, 49 pendrives, 11 GPS, 29 teléfonos celulares, seis notebooks, cuatro tablets, 839 piezas de joyería y documentación de interés para la causa. Para evitar posibles represalias, la PSA reservó la identidad de la persona que informó a las autoridades sobre la existencia de esta banda, que le habría ofrecido participar del negocio.

Los elementos robados provenían de las cargas y equipajes en tránsito y el rol de los empleados de Intercargo fue central, ya que los cabecillas y los sustractores trabajaban allí. La empresa es estatal, el 80 por ciento pertenece al Ministerio de Economía y el 20 restante al Ministerio de Defensa. Según fuentes de la investigación, en los últimos casos similares que se registraron también había empleados de esta compañía involucrados.