Legisladores porteños de la oposición presentaron ayer, por tercera vez, un proyecto de ley para la creación de un protocolo para el aborto no punible en la ciudad de Buenos Aires, que garantice el acceso al procedimiento de forma rápida y segura para todas las mujeres y adolescentes que hayan quedado embarazadas luego de una violación o cuya vida o salud corran peligro. La iniciativa de regular el procedimiento había sido rechazada por el oficialismo en las otras oportunidades, pero a la luz del fallo de la Corte Suprema de Justicia que dejó sentado cómo debe interpretarse el artículo 86 del Código Penal, el PRO revirtió, al menos en parte, su posición.

“Este proyecto, que se viene trabajando desde 2007, recibió dictamen de la Comisión de Salud en dos oportunidades, pero siempre las estrategias del PRO impidieron que llegara al recinto bajo el argumento de que la Legislatura porteña no podía decidir cómo se interpretaría el artículo 86 del Código Penal”, explicó la diputada Gabriela Alegre (Frente para la Victoria). El proyecto pretendía resolver la controversia sobre si la norma debía aplicarse en sentido restringido, solo a las mujeres con discapacidad mental, o en sentido amplio, a todas las que hubieran sido víctimas de violación.

Aquel argumento cayó luego del fallo de la Corte, que interpretó que ese artículo debe ser interpretado de forma amplia y estableció que los procedimientos de abortos no punibles no deben ser judicializados. En línea con esta nueva situación, arribaron al menos cuatro nuevas iniciativas, dos de ellas del oficialismo, para que las mujeres puedan acceder a su derecho.

Los dos proyectos del PRO, que buscarán regular la aplicación de abortos no punibles, fueron presentados por los legisladores Helio Rebot y Carmen Polledo, que lo ingresó la semana pasada. “Yo había realizado el pedido de archivo del proyecto la última vez que se presentó, en 2010, porque desde el PRO estábamos absolutamente convencidos de que la interpretación abierta no podía ser decidida por esta Legislatura, le correspondía a Nación”, esgrimió Polledo, en diálogo con Página/12.

Los legisladores de la oposición que presentaron ayer en conferencia el proyecto de ley no estuvieron muy convencidos del cambio de postura del bloque oficialista. La diputada Laura García Tuñón (Buenos Aires para Todos) destacó que “hasta ahora el PRO se ha negado a discutir, y hasta rechazó una declaración de beneplácito por el fallo de la Corte”.

Los proyectos presentados mantienen sus diferencias. El planteado por Polledo, por ejemplo, distingue que la mujer menor de 18 años que requiera el aborto por haber sido violada deberá contar con la autorización de su padre, madre o tutor. Además, establece que la declaración jurada en caso de violación deberá ser hecha en la dirección del hospital y no en el consultorio, de manera íntima con el profesional.

Para Estela Díaz, referente de la Campaña por la Despenalización y Legalización del Aborto, el fallo de la Corte tuvo un efecto muy positivo para “despejar las dudas en torno de lo legislado hace más de cien años” y un protocolo de actuación claro “evitaría la judicialización de casos, protegiendo la salud y la intimidad de la mujer, y disipando los miedos del profesional de la salud”. En la Ciudad existe hasta hoy un protocolo que sólo contempla la no punibilidad en sentido restringido: la mujer debe presentar un certificado de insania para acceder al aborto en caso de abuso. Sin embargo, desde hace años, en algunos hospitales se practican abortos sin requerir autorización judicial, en casos de violación, como acaba de decidir la Corte.

De la presentación del proyecto, acompañados por militantes con pañuelos verdes, participaron los diputados Fernando Sánchez (Coalición Cívica), María José Lubertino (FpV), Edgardo Form (Nuevo Encuentro), Virginia González Gass (PSA), María América González (Buenos Aires para Todos) y María Elena Naddeo (Frente Progresista y Popular). El proyecto deberá pasar por las comisiones de Salud, Mujer y Justicia antes de ser tratado en el recinto.

Informe: Rocío Magnani.