SOCIEDAD
› EL CUESTIONARIO DE GREENPEACE
Una consulta nuclear
La asociación ecologista Greenpeace se sumó a los sondeos sectoriales entre los candidatos. En su caso, la pregunta fue breve: “¿Su gobierno ratificará el acuerdo nuclear firmado en el año 2001 con Australia?”. Se refería al tratado por el cual la Argentina podría recibir basura atómica de ese país a cambio de la construcción de un reactor nuclear. López Murphy y Kirchner se inclinaron por ratificar el acuerdo. Carrió, Bravo y Walsh, entre otros, por no hacerlo. Rodríguez Saá, por su parte, prefirió no responder y mantener en secreto su posición sobre el tema. Menem se negó a responder una consulta de esa entidad, pero sí le contestó a una agencia de noticias: dijo que está a favor del tratado.
En el año 2001, el Invap firmó un acuerdo con el gobierno australiano para instalar en ese país un reactor nuclear. Hasta allí, todo bien. El problema es que una de las cláusulas del tratado abre la puerta para que los residuos nucleares producidos por el reactor puedan ser tratados en la Argentina, lo que viola, según Greenpeace, el artículo 41 de la Constitución Nacional. Desde entonces, una fuerte campaña de las organizaciones ambientalistas y de otros sectores de la sociedad impidió la ratificación del acuerdo por el Congreso.
Ahora, frente al cambio de gobierno, todo se vuelve a debatir y por eso Greenpeace realizó esta encuesta para saber la opinión de los candidatos con respecto al tema. Los resultados fueron los siguientes:
López Murphy respondió que apoyaría el acuerdo y fundamentó su posición a partir de una nueva interpretación del artículo 41 de la Constitución Nacional. “El artículo 41 prohíbe la entrada de residuos radiactivos con la intención de evitar su permanencia, pero no la de combustibles gastados para su procesamiento y posterior devolución”, explicó el ex ministro de De la Rúa a Greenpeace.
Similar respuesta fue la que expresó Néstor Kirchner, aunque su fundamentación fue sustancialmente distinta a la de López Murphy: “La energía nuclear es una política de Estado y no se puede modificar permanentemente”. Carlos Menem, por su parte, se negó a contestar el cuestionario, pero sus referentes en el área posteriormente se manifestaron a favor del acuerdo y el ingreso de los residuos.
Mientras tanto, Elisa Carrió respondió la encuesta oponiéndose fervientemente al tratado. “El ARI no votará nada que ponga en peligro la salud y la vida de los argentinos”, dijo. Rodríguez Saá, por su parte, prefirió no contestar.
“Una amplia mayoría de los argentinos rechaza el acuerdo, 87 por ciento según una encuesta de diciembre de 2002 y esa opinión no está reflejada en las opiniones de los principales candidatos a la presidencia”, señaló preocupado Juan Carlos Villalonga, coordinador de los programas de Energía de Greenpeace, a cargo de la realización del sondeo.