Esteban Calafell, el joven cordobés sospechado de ser autor material de un crimen ocurrido en Miami, afirmó que tanto él como su novia María Rosa Marchán –detenida en los Estados Unidos por ese hecho– son “totalmente inocentes” y denunció un supuesto “complot de la mafia norteamericana para involucrarlos en la muerte” a martillazos de un joyero de nacionalidad cubana. Calafell, confirmaron a Página/12 sus abogados, se encuentra en Córdoba, en un domicilio que se mantiene en reserva, “sin que exista por el momento ningún pedido de captura internacional en su contra”. Al cierre de la edición, voceros de la división Asuntos Internacionales de Interpol de Argentina confirmaron que no han tenido “ninguna solicitud que involucre al joven Calafell”. Desde Miami, el abogado argentino Miguel Angel Pierri anticipó que tomará la defensa de Marchán. Según Pierri, “la acusación es muy confusa y a priori resulta absurdo que ella se haya quedado en Miami, como lo hizo, si no fuera inocente”.
Calafell, un instrumentista quirúrgico de 34 años que había viajado a Miami en octubre del año pasado junto con su novia, dio a conocer una declaración con su firma por medio de un fax enviado al diario La Mañana de Córdoba. Posteriormente, sus abogados, Darío Vezzaro, Gabriel Gramática y José Luis Reinoso, confirmaron que se habían reunido tres veces con su representado. “El nos dijo que es inocente y que también lo es su novia. Asegura que ellos quedaron en medio de una disputa entre policías de Migraciones y la víctima del homicidio (el comerciante cubano Agustín Morales), pero que no tuvieron ninguna participación”, aseguró a este diario el abogado Gramática.
Los representantes legales de Calafell recién viajarán a los Estados Unidos la semana próxima, de manera que todavía desconocen “cuáles son los cargos, si los hay, en contra de nuestro cliente”. Gramática dijo que Calafell les confirmó que viajó a la Argentina el 27 de enero, mientras que la chica “iba a venir después porque tenía trabajo y esperaba cobrar un dinero”, explicó a su vez desde Miami el doctor Pierri. Según los abogados del joven, “él decidió volver cinco días antes que le venciera la visa, pero cuando lo hizo todavía no había ninguna acusación contra la novia”. De esa forma, Gramática descartó que se haya tratado de una fuga apresurada para evitar complicaciones.
El crimen, según las pericias, habría sido cometido entre el 29 y el 31 de diciembre, pero el cuerpo de Morales fue encontrado el 12 de enero, en el baúl de un automóvil Pontiac Grand AM propiedad de la víctima. La joven pampeana, de 23 años, recién fue detenida en los primeros días de febrero. Pierri todavía no pudo hablar con su defendida, pero sí lo hizo con su actual defensor de oficio, el abogado norteamericano Howard Luvell. “Ella está acusada de homicidio en primer grado, lo que equivale en la Argentina al homicidio agravado, con una evidencia (indicio) de autoría que podría terminar con la pena de muerte”, admitió Pierri.
El abogado dijo que “hay que esperar, porque se puede lograr, en el peor de los casos, que se le aplique la pena máxima, pero que en este caso no sea la pena de muerte, teniendo en cuenta que en su país de origen, la Argentina, esa medida extrema no está contemplada en la legislación”. Aclaró que todo es “muy prematuro” para una evaluación porque primero tiene que reunirse con María Rosa Marchán, quien se encuentra en la prisión del Condado de Yale, para conocer su versión de los hechos. Recién el martes tendría acceso al expediente. Por el momento “la única versión es la de los diarios, que señalan como autor al chico, por celos, o a la chica, para defenderse de un supuesto acoso por parte de la víctima”.
Pierri les pidió a los abogados cordobeses que le remitan la versión textual de Calafell, quien asegura que fueron víctimas “de una maniobra de la mafia, que los puso en medio de una supuesta disputa entre dos policías de Migraciones y el joyero de origen cubano, que tendría supuestos contactos con una organización dedicada al tráfico ilegal de personas”. Según Pierri, lo que “no cierra para nada” es que la chica se haya quedadoen Miami, en la misma casa donde vivía. “En mi convicción, eso demuestra que es inocente, de lo contrario hubiera tenido tiempo de escapar hacia México o viajar a la Argentina como lo hizo su novio.”
Los que también claman por la inocencia son los familiares de los dos jóvenes. Roque y María Calafell, los padres del joven, dijeron que están viviendo “el momento más triste” de sus vidas y que confían “en que todo se aclarará en poco tiempo”. Sobre María Rosa dijeron que “es una excelente persona” y negaron que la pareja se hubiera separado: “Iban a volver a la Argentina juntos, pero habían conseguido pasajes económicos para fechas distintas”. La señora Calafell insistió en que su hijo “en ningún momento tuvo intención de fugarse”.