Autoridades sanitarias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cerraron el último lunes el servicio de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Durand, por falta de médicos y personal necesario para su funcionamiento. Los pacientes internados debieron ser derivados al Hospital Posadas, en la provincia de Buenos Aires, y a otros centros privados. Al respecto, los legisladores del Frente para la Victoria porteño Juan Cabandié y Gabriela Alegre –quienes cuestionaron la medida del gobierno porteño– presentaron ayer un proyecto en el Parlamento local para que el Ejecutivo nombre “con prontitud” al personal profesional, a fin de restablecer la atención médica.

En diálogo con Página/12, la legisladora Gabriela Alegre señaló que “el cierre del sector de terapia intensiva infantil del Hospital Durand constituye un problema muy grave para el sistema sanitario de la Ciudad”. “Este es el centro de salud de referencia de toda la Región Sanitaria 3, lo que quiere decir que todos los casos complejos de la zona se derivan allí”, agregó.

Además explicó que “la dotación necesaria para el correcto funcionamiento de la unidad es de por lo menos ocho profesionales médicos especialistas en terapia intensiva pediátrica” (un jefe más siete médicos, uno por día). Además dijo que “se requiere de tres enfermeros especializados en terapia intensiva por turnos de ocho horas de lunes a viernes, y otros tres por turnos de ocho horas los días sábado y domingo. Lo que constituye un total de 18 enfermeros, muchos de los cuales cumplen doble turno, con lo cual el requerimiento es menor”.

La legisladora también comentó que “la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica comenzó a funcionar en 2011 con sólo cuatro médicos nombrados que se distribuían para cubrir los siete días de la semana y nueve enfermeros, de los cuales sólo dos tenían conocimientos en terapia intensiva”.

“A raíz del retraso en las restantes designaciones y la sobrecarga laboral, estos profesionales fueron renunciando a sus cargos, hasta que Analía Fernández –médica a cargo del servicio– decidió cerrar el servicio el 15 de junio, hecho que se efectiviza el lunes pasado en la derivación del último paciente hacia el Hospital Nacional Posadas”, agregó Alegre.

El cierre del sector de terapia intensiva infantil del Hospital Durand se llevó a cabo en medio de un brote de bronquiolitis y luego de que la semana pasada se conociera el aumento del 26 por ciento de la mortalidad infantil con respecto al año anterior en la ciudad.

“Lejos de ser la mortalidad infantil una cuestión azarosa, es una penosa manifestación de la desatención que hace el macrismo de la salud pública”, afirmó Alegre. Asimismo expresó que “lejos de las excusas del ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, que atribuyó el aumento de la mortalidad infantil a una variación ‘esperable’, las causas parecen ser evidentes al ver las condiciones en las que se encuentran los hospitales de la Ciudad”.

El gobierno porteño “nunca se interesó por que la terapia infantil funcione. A la falta de atención, a la infraestructura, se suma también la inoperancia en el manejo de la falta de personal”, indicó Alegre.

Por su parte, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Juan Cabandié, sostuvo: “Esperamos que el gobierno porteño designe rápidamente a los profesionales correspondientes, ya que esto sucede en medio de una crisis sanitaria”.

Además dijo que “es grave la liviandad con la que Mauricio Macri toma el cierre de la terapia intensiva infantil, dejando librado al azar la salud de miles de niños. No hay excusas, es inadmisible que el distrito más rico del país no pueda garantizar la atención pública de sus habitantes”.

Este diario intentó consultar al respecto al Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, pero no obtuvo respuesta.

Informe: Sabrina Améndola.