Sáb 01.09.2012

SOCIEDAD  › CUESTIONAMIENTOS DE LA AUDITORIA PORTEÑA AL MANEJO DE FONDOS EN EL TEATRO COLON

Los números detrás del telón

El informe, firmado por macristas y opositores, advierte sobre la falta de control de gastos, el exceso de pagos por caja chica sin compulsa de precios, la falta de inventario y una inexplicada transferencia de once millones a la Fundación.

› Por Eduardo Videla

El informe corresponde a 2010, el año en que se reinauguró el teatro.

Sobre un presupuesto total de 203 millones de pesos, el Ente Autárquico del Teatro Colón utilizó 34,5 millones (un 17 por ciento) en gastos de caja chica, de acuerdo con un reciente informe de la Auditoría General porteña. El organismo advierte sobre “el uso reiterado de la justificación para legitimar la adquisición de bienes y servicios cuyos montos incumplen con lo normado por resoluciones del Ministerio de Hacienda”. Es que, según el informe, en una de cada tres compras realizadas con esa modalidad “no se acompañaron los tres presupuestos requeridos” por las normas ni se demostró que la compra haya sido “adjudicada a la oferta más conveniente”, requisito exigido para gastos superiores a 3200 pesos. Entre otras irregularidades halladas por los auditores, se destacan la transferencia de 11,2 millones de pesos a la Fundación Teatro Colón, sin detallar en qué concepto. La diputada Gabriela Alegre presentó un pedido de informes para que el Ejecutivo explique, además, por qué no se convocó a concurso para cubrir los cargos de directores artísticos y esceno-técnicos del teatro.

El informe de la Auditoría sobre el desempeño del Ente Autárquico Teatro Colón (EATC) corresponde al ejercicio 2010, año del Bicentenario y de la reinauguración del teatro. Las principales anomalías detectadas están vinculadas con gastos en compras y contrataciones, muchas de las cuales se hicieron utilizando las denominadas “cajas chicas especiales”, destinadas a gastos operativos (14,3 millones) y honorarios de artistas (20,2 millones). El total da 34,5 millones, lo que arroja un gasto promedio por caja chica de 135.000 pesos por día hábil. Estas son algunas de las observaciones del texto, al que accedió este diario:

- En el análisis de facturas se encontraron algunas irregularidades, como “once facturas fechadas el mismo día, por 52.498 pesos, a un proveedor de hierros”, y “siete facturas por 48.672 a un proveedor de tornillos”, también en un mismo día.

- En una de las cajas chicas analizadas hubo 149 compras mayores a 3200 pesos, de las cuales “54 no se acompañaron de los tres presupuestos requeridos por la normativa”.

- Llamó especialmente la atención una compra de tules y sombreros en el exterior, por 358.951 pesos, en la que los gastos de despachante de Aduana fueron de 366.211, mayores que la compra.

- “En las doce cajas chicas especiales destinadas a honorarios profesionales, en todos los casos, se abonaron también pasajes y viáticos a los artistas no residentes”, conceptos que no estaban incluidos en los expedientes que autorizaban las contrataciones.

- Del análisis surge el curioso caso de un contrato original que “fijaba una suma determinada por honorarios” a una artista, pero luego se efectuó “un contrato adicional, por el que se modificó ese valor, no obstante lo cual la artista cobró la suma de ambos contratos, original y addenda”.

- El informe también advierte sobre la discrecionalidad con que se otorgan entradas para invitados especiales y autoridades del Estado, que “representan el 15,35 por ciento de la emisión para espectáculos rentados”. Al respecto, los auditores recomiendan “formalizar la sistematización de las invitaciones”.

- Cuestionan además las “debilidades” del control interno del sistema de comercialización de entradas, tercerizado a una empresa emisora de tickets electrónicos.

- También se advierte sobre la no presentación del inventario anual con el detalle de los bienes del teatro.

- Además, el Ente Autárquico Teatro Colón no cuenta con una estimación del costo total por espectáculo, lo cual impide determinar si los recursos han sido utilizados de manera eficiente.

El informe fue firmado por los siete integrantes de la Auditoría General: su presidenta, Cristina Segura Rattagan (Frente para la Victoria), y los vocales Santiago de Estrada (PRO), Alejandro Fernández, Adriano Jaichenco, Paula Oliveto Lago (Coalición Cívica), Eduardo Epszteyn (FpV) y María Victoria Marcó. “Se han gastado cifras considerables sin ningún tipo de control, debido a la urgencia de Mauricio Macri para inaugurar el teatro”, cuestionó Epszteyn en declaraciones a este diario.

Las observaciones realizadas dieron pie a un pedido de informes de la diputada Alegre (FpV), quien solicita que se explique cuál fue “el destino de la suma de 11.200.000 pesos transferidos a la Fundación Teatro Colón” en 2010. También pregunta si se ha hecho “un relevamiento o inventario de los bienes muebles del Teatro Colón previo al inicio de las obras y otro posterior a su reapertura”. Y si se ha establecido un nuevo régimen de escalafón y de carrera administrativa, para los “cuerpos técnicos y artísticos” del teatro, como establece la ley 2855.

Según la legisladora, esa norma sancionada en 2008 estableció que el EATC debe “aprobar un régimen especial de escalafón, promoción, capacitación y carrera administrativa”. “El plazo establecido por la ley venció hace más de dos años y aún aun no se han convocado los concursos para cubrir los cargos de director esceno-técnico y director artístico”, dijo Alegre a Página/12. También advirtió sobre las “numerosas denuncias” por parte de trabajadores y asociaciones de amigos sobre “la pérdida de bienes de carácter histórico y artístico, por lo cual resulta prioritario conocer el inventario de los bienes”.

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