A poco más de 10 días del comienzo de las clases, las escuelas privadas de la provincia de Buenos Aires ven un negro futuro. Tanto el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) como las autoridades del área de educación privada provincial comparten un diagnóstico alarmante: entre un 20 a 30 por ciento de alumnos de colegios privados todavía no realizaron la inscripción para 2002. Esta cifra duplica el porcentaje de chicos que a esta altura del año pasado no habían pagado la matrícula para asegurar la continuidad escolar. Además, cerca de 100 escuelas bonaerenses corren el riesgo de cerrar debido a los problemas con las subvenciones estatales y la crisis económica que dificulta el pago de las cuotas.
“Esto se agudizó con respecto a 2001, se ha duplicado el total de alumnos que aún no confirmaron su inscripción pero creemos que un porcentaje se quedará en la misma escuela y otro cambiará a establecimientos con cuotas más económicas”, comentó a Página/12, Juan Odriozola, director provincial de Educación de Gestión Privada. El funcionario confió en que en los próximos días esta situación pueda revertirse con el aporte de las cámaras de propietarios de escuelas que podrían ofrecer planes de pago especiales para solucionar “los problemas financieros de las familias que no pueden pagar la matrícula”.
Por su parte, Horacio Buss, titular del Sadop seccional Buenos Aires, consideró que “los padres están a la expectativa para decidir sobre la reinscripción de sus hijos” y situó en 250.000 la cantidad de escolares en esta situación. “El año pasado casi la totalidad había confirmado en diciembre o a lo sumo ni bien recomenzaba la actividad administrativa en febrero para no perder la vacante”, dijo. Alertó también que “entre un 20 y 30 por ciento de los docentes corren el riesgo de perder su fuente de trabajo”.
Sin embargo, el secretario adjunto de la Asociación de Entidades Educativas Privadas de la República Argentina (Adeepra), Néstor Barallobres, consideró que esta incertidumbre “es normal porque la gente sabe que tiene tiempo hasta marzo”. En este sentido, Odriozola aclaró que “los que no se rematricularon tampoco pidieron el pase a colegios públicos, por lo que suponemos que se mantendrán en el subsistema”. En la Capital Federal, la Secretaría de Educación confirmó que hasta diciembre la inscripción fue normal y que no hubo incrementos en las solicitudes de traspaso de escuelas.
Según cifras oficiales, hay 5349 establecimientos privados en la provincia, que conforman un tercio del total de escuelas. Más de 3400 están subvencionadas por el Estado y de ellas un 87 por ciento tiene aportes económicos que rondan entre un 80 y un 100 por ciento de los gastos. “La provincia estableció que mientras dure la emergencia educativa se congelarán los nuevos subsidios a los privados”, explicó Odriozola.
Este es uno de los inconvenientes que enfrentan las escuelas no estatales, además de la morosidad en el pago de las cuotas que el sindicato ubica entre un 40 a 70 por ciento de acuerdo a la zona. “Más de 100 instituciones ya cerraron o avisaron que, de continuar la crisis, tendrían que hacerlo”, destacó Buss.
Barallobres coincidió al señalar que “habrá un gran número de cierres, sobre todo de las escuelas más chicas que venían endeudadas”. En tanto, el director de Educación de Gestión Privada bonaerense admitió que “si recién hoy una escuela está definiendo la cantidad de inscriptos puede verse condicionada para continuar”. Con otras palabras, Buss sintetizó que “la crisis se hizo carne en todos lados y la educación privada sigue siendo golpeada”.
Producción: Romina Ruffato.