SOCIEDAD
Renovado, con rejas y más verde reabre hoy el Parque Rivadavia
El principal pulmón de Caballito vuelve a abrirse rodeado de rejas, con más árboles y un anfiteatro nuevo. Su lago fue reciclado. No podrán entrar perros ni vendedores ambulantes.
Con entrada prohibida para perros y vendedores ambulantes, el emblemático Parque Rivadavia vuelve a estar abierto para los porteños desde las 9 de hoy, tras cinco meses de recuperación, reforestación y remodelación que le devolvieron 800 metros cuadrados más de verde a los vecinos de Caballito, el barrio con menos espacios públicos por habitante. Detrás de las nuevas rejas que rodean las seis hectáreas del parque, el monumento a Simón Bolívar vuelve a lucirse, rodeado de arbustos y sin pintadas ni basura. Cerca del lago artificial recuperado, se levantó un anfiteatro en el que cada fin de semana se podrá ver algún espectáculo. Ayer, mientras se realizaban los últimos arreglos para la apertura, el jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, recorrió la vieja propiedad de la familia Lezica, festejó la finalización de las obras y felicitó a sus funcionarios por la nueva cara del parque. Volverá a visitarlo hoy, a las 11, cuando se realice el acto de inauguración oficial.
El espacio había sido cerrado el 16 de enero pasado en total abandono y con una larga lista de quejas de los vecinos por la inseguridad. Por eso, una de las primeras decisiones fue el enrejado total y el cierre nocturno del parque. Además, se colocó una garita de seguridad en cada uno de los nueve accesos, donde habrá un policía durante las 24 horas. Durante el día, una decena más de agentes privados vigilará el terreno junto con guardaparques.
Tal como ocurrió en la madrugada en que fue tapiado y no se permitió el ingreso de unos 800 vendedores ambulantes que desde hace años solían instalar sus puestos allí, a partir de hoy sólo habrá lugar para los históricos numismáticos, filatelistas y coleccionistas. También quedarán los libreros, los únicos que sobrevivieron a los cinco meses de cierre y que ya están instalados en puestos nuevos ubicados en una de las entradas, en la continuación de la calle Beauchef, que ahora se convirtió en un camino paralelo al parque y con buena iluminación, que permitirá el cruce peatonal entre Rosario y la avenida Rivadavia. En esa entrada también se colocó una decena de baños públicos, proyecto que el gobierno porteño piensa extender a varios paseos y plazas de la ciudad, al igual que las garitas de seguridad.
Sin duda, las rejas de acero galvanizado y color gris son uno de los cambios más notables en el nuevo aspecto del parque, que sólo había estado cerrado en el siglo XIX, cuando era propiedad de la familia Lezica. De aquellos tiempos, lo único que hoy se mantiene en pie es la noria, ahora convertida en fuente. “Este lugar es emblemático y las rejas no son lo que hubiéramos querido, pero son la única manera de cuidarlo y de que duren las reformas. Esto estaba convertido en un basural, era un descontrol”, dijo a Página/12 Eduardo Epszteyn, secretario de Medio Ambiente, mientras recorría el parque en la mañana de ayer junto al jefe de gobierno y funcionarios de las diferentes áreas involucradas en el proyecto.
El horario de apertura será a las 8 durante todo el año y el cierre a las 22 en invierno y a la medianoche en verano. Además de la venta ambulante –tampoco se venderán alimentos ni bebidas–, estará prohibido el acceso con perros y cualquier actividad deportiva. En cambio, sí se podrá ir con bicicletas aunque deberán dejarse en los bicicleteros ubicados junto a cada una de las nueve entradas. También se construyeron rampas para el acceso de personas discapacitadas y todos los senderos están diseñados para facilitar su movilidad dentro del parque.
El arreglo del lago artificial es otro de los cambios más notorios en la fisonomía del “pulmón de Caballito”. Cerca de ese estanque, donde antes estaba el otro lago, ahora hay un anfiteatro en el que habrá espectáculos, especialmente infantiles y un patio de juegos.
Además de los arbustos que rodean al monumento en bronce de Bolívar, ubicado en una explanada circular de cemento, se plantaron unos 200 árboles y otras 1500 plantas entre el césped nuevo y las viejas magnolias, a los que les llega agua a través de un sistema de riego automático quefunciona sólo de noche. Un millón de pesos invertidos para un nuevo Parque Rivadavia que el próximo 17 de julio festejará sus 80 años.
Producción: Paula Bistagnino