SOCIEDAD › VECINOS Y ORGANIZACIONES SOCIALES RECLAMAN LA EXCARCELACIóN DE DOS HERMANAS
Las jóvenes están acusadas de tentativa de homicidio. Hace dos años, hirieron con arma blanca a un vecino que las acosó sexualmente. Ellas argumentan que se defendieron. La Justicia les niega la prisión domiciliaria.
› Por Emilio Ruchansky
Las hermanas Marina y Ailén Jara están detenidas en el penal platense de Los Hornos desde hace un año y 10 meses, acusadas de tentativa de homicidio de un vecino, Juan Antonio Leguizamón, cuando volvían de una fiesta. Ellas no niegan la refriega, pero aseguran que el hombre las acosó sexualmente y ellas se defendieron. “Incluso entregaron el cuchillo de cocina que utilizaron, de 10 centímetros de hoja, en la comisaría. La persona que quería acosarlas dijo que ellas le dispararon, pero ellas cuentan que él disparó con un arma corta y hay restos de pólvora en su ropa”, dijo a Página/12 el abogado de las hermanas Jara, Isidro Encina. El tribunal de Mercedes que lleva la causa denegó la excarcelación y la morigeración de la prisión preventiva pero ayer, la fiscalía de juicio, en base al peritaje psicológico realizado a ambas mujeres, solicitó la prisión domiciliaria y el pedido se resolverá la próxima semana. Todo un barrio del partido de Moreno se sumó al reclamo, que forma parte de la agenda de organizaciones feministas. “Esta historia humilla, asusta, acobarda, inferioriza, discrimina y empequeñece la autonomía y la dignidad de todas las mujeres”, aseguró ayer Cristina Vila, pionera en el trabajo con víctimas de violencia de género.
Según relataron el abogado defensor y Manuel González, miembro de la comisión para la liberación de las hermanas, Ailén venía siendo acosada por Leguizamón, quien vive a pocas cuadras de su casa en Paso del Rey, partido de Moreno. “El 27 de febrero de 2011, cuando volvían del boliche El Monumental, alrededor de las 7.30, hubo un intento de violación y las chicas se defendieron”, afirmó González, quien definió a Leguizamón con los testimonios recogidos en el barrio: “Un transa de buenos contactos con la Policía Bonaerense”.
Gabriela López, asistente social e impulsora de la Comisión por la Libertad de Ailén y Marina, agregó: “Leguizamón tenía un arma y disparó dos veces al aire, después tiró al piso a Ailén, le pegó, le quiso sacar la ropa, por eso Marina sacó el cuchillo. Las chicas se defendieron de este hombre que intentó violar a Ailén”. La supuesta víctima de las jóvenes cayó al piso, con una herida de cuchillo que le provocó un neumotórax y un golpe en la cabeza, apuntó González: “Estuvo un día para recibir sutura y otro más en observación. Prestó declaración en su casa cinco días después.”
Las hermanas fueron arrestadas y acusadas de “homicidio en grado de tentativa” y ni la fiscal de instrucción de Moreno, Luisa Pontecorvo, ni el Juzgado de Garantías 4 de Moreno accedieron al pedido de cambio de calificación, por lesiones graves o leves, ni al pedido de excarcelación. “Se constató que las chicas habían sido golpeadas, que tenían escoriaciones en las manos por el forcejeo con el arma del hombre. No se les hizo un dermotest para ver si tenían restos del pólvora o un análisis en la ropa, como sí ocurrió con Leguizamón y dio positivo en su pantalón”, explicó Encina.
El arma, cuyos disparos fueron oídos por testigos, no apareció. Leguizamón, aseguran numerosos vecinos, solía andar “calzado” con un revólver. “Estuvo procesado por robo agravado por uso de arma de fuego y por privación ilegal de la libertad”, comentó González, de la Comisión. La defensa rechazó ofertas de juicio abreviado y acudió sin demasiado éxito a una audiencia el 26 de diciembre pasado. “El fiscal de juicio, Guillermo Altube, rechazó el pedido de excarcelación, pero dejó abierta la opción de la prisión domiciliaria en ese momento”, explicó Encina.
Las hermanas denunciaron maltratos cuando fueron trasladadas de la Unidad 8 de Mujeres de Los Hornos a Mercedes para la audiencia, por parte del personal penitenciario. Un día después, Ailén denunció una golpiza del personal carcelario en el penal platense, cuando quiso limpiar su celda para evitar que se le agrave una infección vaginal que estaba padeciendo. Desde la Comisión interpretaron el hecho como “una reprimenda” por hablar de los malos tratos. Los peritos psicológicos del penal recomendaron que ambas sean trasladadas por sufrir cuadros depresivos y por la presencia de ideaciones suicidas.
“Lo que solicitamos ahora es la morigeración de la prisión, el arresto domiciliario hasta el juicio oral, que será a principios de marzo. Ailén tiene un grave problema en los ovarios y necesita asistencia especializada. Está en riesgo la salud psicológica y la vida de las chicas”, dijo el abogado defensor. Ayer, el juzgado que subroga al tribunal de juicio recibió el visto bueno de la fiscalía para que las hermanas sean sacadas de la prisión, pero solicitó a los peritos psicológicos que aclaren dónde deben ser alojadas Ailén, que hoy tiene 21 años, y Marina, de 19.
La respuesta a este pedido llegaría el próximo martes y el tribunal tiene dos días para decidir. La propuesta de la defensa es que ambas regresen a su casa, donde recibirían contención y tratamiento por parte de la Mutual La Usina, especializada en la temática de violencia de género. “El acoso sexual es ignorado, pese a ser descrito con prolijidad. Este importante tema de la violencia de género, sufrido con continuidad, produce en las mujeres que lo padecen síntomas similares a los de las mujeres violadas”, opinó ayer la psicóloga Cristina Vila.
“La pericia sobre los restos de deflagración de pólvora, que confirma la versión de las jóvenes, recién se incorporó hace unas semanas, pero el tribunal quiere escuchar al perito y decidió no cambiar aún la calificación. Además, Leguizamón no aparece, pero la causa sigue”, sostuvo Encina. La defensa buscará probar en el juicio que Leguizamón las atacó. “Además, son graves las deficiencias que encontramos en la investigación, porque no se investigó el acoso. Por eso, en el juicio vamos a presentar todas las pruebas para que se encuadre como debe ser: ellas son las víctimas”, aseguró el letrado.
En un informe socioambiental elaborado por Gabriela López, de la Comisión, esta profesional relata que “vecinos y familiares de las chicas dan cuenta del acoso que sufría Ailén por parte de Leguizamón desde hace años” y detalla una serie de situaciones que hasta impedían que la joven transitara por el barrio, donde luego se gestó la lucha por la libertad de las hermanas Jara.
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