El intendente de Chamical (La Rioja), Daniel Elías, denunció que el agua de ese distrito “no es apta para beber”, tras asegurar que los estudios realizados dieron resultados “negativos”. El jefe comunal aseguró que el agua “se contamina al ingresar a la planta de potabilización”, por lo que solicitará la “inminente” intervención del Instituto Provincial del Agua (Ipalar). Sin embargo, la empresa Aguas Riojanas Sapen desmintió esa afirmación ante una consulta de Página/12: “Es un problema de turbidez, no existe contaminación alguna”, sostuvo el gerente general de la empresa –cuyo accionista mayoritario es el Estado provincia–, Marco Maciel. Según las denuncias de vecinos, el color del agua durante la semana pasada fue tornando de marrón a verde. “Tiene mal olor y es casi marrón, pero desde hace tiempo que pasa eso”, contó a este diario el locutor de una radio local. Desde la intendencia, diseñaron un plan de entrega de agua potable a los vecinos, que se pondrá en marcha desde hoy, y conformaron un comité de emergencia para que se haga cargo de la situación. Américo Oyola, ingeniero en recursos naturales renovables, coincidió en que el problema en el agua “viene de hace años”. “El problema es que se ausentaron las lluvias, por lo que merma la cantidad de agua en el dique (La Aguadita) y se va contaminando. Ha quedado materia orgánica depositada porque no se desmontó al momento de la construcción. Quedó la vegetación y entró en proceso de putrefacción”, explicó.