La fiscal de Pilar a cargo de la investigación del accidente en el que el periodista Pablo García atropelló y mató a un ciclista en la autopista Panamericana le inició una causa penal a cuatro peritos y a un médico de la Policía Científica bonaerense que no concurrieron a trabajar al puesto de peaje hasta donde el conductor trasladó a la víctima. De acuerdo con fuentes judiciales, la fiscal había pedido con urgencia la presencia de un médico policial porque el cadáver había llegado al peaje a las 6.30 y pasadas las 11 de la mañana continuaba dentro del auto. Los cinco funcionarios policiales quedaron imputados en una causa por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y deberán dar sus explicaciones.

En la causa judicial declaró ante la fiscal ayer la empleada de la cabina de peaje Verónica Andrea Iglesias (38), quien ratificó que lo único que le dijo García al llegar al peaje fue la frase “traigo un atropellado” y negó que el periodista haya hecho alguna broma. “No sé de dónde sacaron todo eso de que me hizo un chiste y me preguntó si debía pagar por dos. Es todo mentira”, dijo la cajera, según fuentes judiciales.

También declaró un ex policía que circulaba en su auto por la Pa-namericana y asegura que vio, a unos 300 metros de distancia, que un Peugeot 504 reingresaba al carril lento de la derecha de la autopista. Aunque no presenció el accidente, dijo que el conductor no se detuvo; vio que el vehículo llevaba a una persona en el asiento del acompañante y sostuvo que se alejó a unos 130 kilómetros por hora.

Los imputados por la fiscal son cuatro peritos de la Delegación San Miguel de la Policía Científica de la Policía Bonaerense y un forense del Cuerpo Médico de San Martín, quienes no llegaron al peaje donde había que procesar la escena, que era el auto en que yacía el cadáver de Reinaldo Rodas.

El peritaje accidentológico y de rastros había sido pedido por la fiscal, quien también había solicitado el levantamiento del cadáver. Pero los peritos de la Delegación San Miguel –con jurisdicción en la zona del peaje de Pablo Nogués– estaban demorados y nunca llegaron, y el médico, según voceros judiciales, contestó que iba a ir “cuando tenga ganas”.

Fuentes judiciales indicaron a la agencia Télam que, el día del hecho, la fiscal María Inés Domínguez reclamó con urgencia la presencia del médico policial porque el cadáver estuvo casi cinco horas dentro del auto, por lo cual, ante la ausencia del profesional, dispuso que, por una cuestión “de respeto”, se lo llevara la morgue.

“Las pericias principales eran las que deberían haberse hecho en el lugar donde ingresó el auto al peaje, pero por una cuestión de jurisdicción empezaron a pelearse entre policías a ver a quién le correspondía, quién debía venir a levantar los rastros y eso provocó el enojo de la fiscal”, reveló ayer el abogado Alberto Domínguez, representante de la familia de la víctima.