El nuevo cuadernillo de educación sexual para las escuelas secundarias de todo el país incluye contenidos sobre trata de personas, discriminación, diversidad sexual y violencia de género. Los materiales, que fueron presentados ayer por el ministro de Educación, Alberto Sileoni, fueron elaborados entre la cartera a su cargo, otros ministerios y organizaciones de la sociedad civil, y proponen también actividades para clases de educación física, artística y formación ética y ciudadana. “La escuela no es una zona libre de discriminación. Estamos discutiendo sobre estereotipos que tienen dos mil años y están en el ADN de la sociedad. Nos convoca la condición humana y el sufrimiento de hombres y mujeres”, señaló Sileoni en el Palacio Pizzurno durante el acto de presentación, al que asistieron educadores de todo el país, que usarán los materiales para capacitarse y luego, a su vez, multiplicar la capacitación con sus colegas.

“Estamos muy conformes respecto del material, creemos que se han dicho cosas que son muy importantes y muy fuertes”, dijo a Página/12 Mirta Marina, coordinadora del Programa Nacional de Educación Sexual Integral. El cuadernillo, segundo de la serie de Educación Sexual Integral (ESI), tomó como referencia información estadística sobre la vida cotidiana de víctimas de violencia de género y grupos de la diversidad sexual. Por caso, estadísticas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos señalan que, al menos hasta 2011, “el 46 por ciento de los casos de víctimas atendidas por la oficina de rescate fueron sobre explotación sexual” y el 15 por ciento eran menores de edad. Además, señaló el Ministerio de Educación, la “prueba piloto de la Primera Encuesta Nacional sobre Poblacióm Trans”, realizada en La Matanza por el Indec, el Inadi y ONG de la diversidad sexual, reveló que casi el 50 por ciento de las personas trans encuestadas expresó su identidad de género entre los 13 y los 17, y el 32,5 por ciento lo hizo antes de los 12. Además, el “64 por ciento no completó la escuela secundaria” y el 58 que concurre atravesó “experiencias de discriminación por parte de compañeros o compañeras”.

“Trabajar estos contenidos lleva naturalmente a buscar otros interlocutores”, explicó a este diario Mirta Marina, al señalar que por ello el desarrollo del cuadernillo involucró, por ejemplo, a organizaciones de la sociedad civil como la Fundación María de los Angeles, creada por Susana Trimarco, y asociaciones de la diversidad sexual.

La colaboración de las ONG complementa la tarea inicial de los especialistas del Ministerio de Educación, que plantean “lo pedagógico, la manera de llegar con los contenidos”, mientras que las ONG “nos alertan sobre temas puntuales; por ejemplo, en el caso de la trata, la Fundación María de los Angeles nos señaló que era muy importante hablar sobre las formas de captación, cómo se llega a engañar a las chicas de distintos sectores sociales, y cómo para desarticular estas tramas es necesario trabajar con distintos sectores”. En cuanto a violencia de género, “fue importante apuntar a las representaciones y a los prejuicios, porque, por ejemplo, no hay cosas que ellas hagan que generen violencia, pero tienen que entenderlo”. En cuanto a diversidad sexual, “trabajamos con las ONG para que den una mirada, aunque nunca es todo lo que las organizaciones quisieran. Pasa que las ONG siempre están un paso más adelante en las demandas. Pero hay que ir convenciendo a la mayoría, trayendo otro lenguaje, sin ser flexible ante la vulneración de derechos”.