Un equipo médico del hospital provincial Güemes, de Haedo, comenzó a emplear un nuevo método para el diagnóstico de la infertilidad, a través de la exploración con un tomógrafo especial que permite ver el útero y las trompas de Falopio por dentro y en 3D para detectar tumores, obstrucciones en las trompas, pólipos y fibromas. El estudio requiere de un equipo especial que lo vuelve muy costoso, pero en ese hospital ya se hicieron dos mil en forma totalmente gratuita para los pacientes.

“Lo que hacemos es un trabajo de reconstrucción digital de la cavidad uterina. Con el estudio que se hacía antes, una histerografía, se obtenía una imagen plana. Pero desde que nos entregaron el tomógrafo multislide modificamos el método de obtención de imágenes y podemos hacer una reconstrucción tridimensional de la cavidad, navegar dentro de una cavidad líquida. De esta forma, si una mujer tiene un pólipo, con este estudio el ginecólogo sabe dónde ir a buscar”, explicó, en diálogo con Página/12, Oscar Pacheco, jefe del servicio de Diagnóstico por Imágenes del hospital Güemes.

El estudio, que se llama histerosalpingografía con navegación endoscópica virtual, sólo se realiza en ese hospital público. Como requiere de un tomógrafo, personal capacitado y tecnología de alta complejidad, en una clínica privada tendría un costo superior a los 5 mil pesos. En un centro privado de diagnósticos lo habían comenzado a hacer, pero lo suspendieron por este tema.

En el proceso, la mujer debe recostarse en posición ginecológica en un tomógrafo multislide. El médico le coloca un espéculo, una pequeña sonda y un líquido de contraste. A partir de allí se activa el tomógrafo y en apenas 15 segundos capta y guarda las imágenes. Luego, esas imágenes son procesadas con dos softwares para que los médicos puedan verlo en tres dimensiones y recorrer tanto el útero como las trompas en detalle.

“La paciente sólo demora 15 minutos desde que entra al consultorio hasta que se va, y el estudio en sí no lleva más de 15 segundos”, aseguró Pacheco.

Los médicos explicaron, además, que la nitidez que les ofrece este método para observar en detalle el interior del útero les permitió diagnosticar con precisión la presencia de pólipos, tumores (comúnmente llamados fibromas), obstrucciones de las trompas de Falopio y adherencias, que ocurren cuando las paredes uterinas se pegan entre sí, lo que impide la concepción.

“Tuvimos un caso muy extraño de una mujer a la que supuestamente no le funcionaban las trompas y en realidad tenía un pólipo que hacía de tapón a la trompa. Se le resolvió casi en el momento y ahora está embarazada o en tratamiento porque también tenía otra dificultad. Este estudio es muy importante para las patologías uterinas”, contó el ginecólogo del Güemes Alberto Kiprizlian.

“El hospital provincial Güemes es un centro de referencia en el tratamiento de la infertilidad. En el último año y medio hemos sumado este novedoso método de diagnóstico que, si no se hiciera en un hospital público, sería inaccesible para muchas parejas”, afirmó, por su parte, el ministro de Salud, Alejandro Collia.

Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada seis parejas tiene problemas para reproducirse. En el 30 por ciento de los casos la infertilidad tiene origen en trastornos que afectan al varón, mientras que un 50 por ciento se debe a diversos problemas reproductivos que afectan a las mujeres.