En una década, la cantidad de alumnos en el sistema educativo nacional creció en un 8,34 por ciento. En el sector estatal, la suba fue del 4,43 por ciento y en el privado, del 21,07. Los datos corresponden al Anuario Estadístico 2011 del Ministerio de Educación, que interpretó la diferencia en el crecimiento en favor del sector privado en “la mejoría económica y laboral” experimentada en el país desde 2003 a la fecha. El único sector en que bajó la matrícula en el sector estatal es la escuela primaria: el 4,68 por ciento en diez años. En cambio, en la secundaria aumentó un 8,92 por ciento (incluyendo las escuelas para adultos y especiales) y en la inicial, un 14,5 por ciento.

La cartera educativa salió al cruce de informaciones que daban cuenta de una “sangría” del sector estatal al privado. “Sólo una visión muy sesgada de la realidad puede desconocer que el sistema educativo en su conjunto y la educación pública en particular han atravesado un período reciente de mejora y desarrollo tanto en aspectos cuantitativos como cualitativos”, dice el informe elaborado por la Dirección de Información y Evaluación de la Calidad Educativa.

De acuerdo con el estudio, el nivel primario en la Argentina sigue siendo el más voluminoso de todo el sistema, con 4,9 millones de alumnos, aunque en 2011 tuvo uno por ciento menos de estudiantes que en 2010 porque la matrícula, por razones demográficas, “ya no crece como lo hacía en el pasado, cuando todavía no había alcanzado una cobertura completa”.

Además de este crecimiento cuantitativo, dice el informe, el sistema evidencia un crecimiento de tipo cualitativo. “Las ofertas de educación se han multiplicado en lo territorial, como es el caso de la educación rural, que cuenta en el nivel primario con más de 10 mil escuelas, más de la mitad de las de ese nivel. O la modalidad de educación para adultos, a la que asisten 770 mil estudiantes, el 90 por ciento a escuelas estatales.”

El estudio echa luz sobre los desafíos pendientes, como la extensión de la jornada escolar, que según la ley debería alcanzar el 30 por ciento de los alumnos y hoy sólo cubre al 9 por ciento. También se advierte sobre “un leve descenso en los egresados de la escuela secundaria, pero que resulta compensado por los egresados de la educación permanente para jóvenes y adultos”, un fenómeno de “crecimiento notable” observado entre los censos de población de 2001 y 2010.

Respecto de la relación entre matrícula estatal y privada, el informe consigna que en 2011 el 74 por ciento de los estudiantes asistió a una escuela estatal. En 2003 lo hacía el 77 por ciento. “La variación está en el orden de lo ocurrido en otros períodos de crecimiento económico y del empleo, como en la década del ’60, en los que las familias cuentan con mayores ingresos para solventar gastos educativos”, sostiene. La línea histórica de la participación privada viene en crecimiento desde 1940. Las únicas caídas se registran en 1955 y en 2001.

Para el informe, los factores que explican el crecimiento de la matriculación en educación privada son, entre otros, “las preferencias ideológicas o religiosas; la búsqueda de una oferta educativa más específica; de una escuela con jornada completa (más frecuente en el sector privado); la búsqueda de un establecimiento que, como señalan los padres en algunos estudios, brinda un sentimiento de mayor orden o previsibilidad en el calendario escolar”, en implícita alusión a los días de paros y al ausentismo docente.