Vie 19.07.2013

SOCIEDAD  › DENUNCIAN QUE DOS NUEVAS ESTACIONES DE LA LINEA B TIENEN RIESGO ELECTRICO

La vida acuática de la línea B

Los metrodelegados advirtieron que las estaciones Echeverría y Rosas, a inaugurarse a fines de julio, presentan filtraciones constantes que empezaron a dañar las instalaciones. Sbase se limitó a corroborar la apertura.

Una de las estaciones de subterráneo y la cochera-taller, cuya inauguración el gobierno porteño anunció para fines de julio, presentan “riesgo eléctrico”, filtraciones y violaciones a reglamentos y normas de seguridad, de acuerdo con la denuncia de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP). El relevamiento indica que “existen serios riesgos” debido a las filtraciones constantes que han comenzado a corroer y dañar parte de las flamantes instalaciones, aun las eléctricas, y que también se incumplen normas de higiene y seguridad para las áreas de descanso. Los informes técnicos fueron entregados el miércoles a Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). En diálogo con Página/12, voceros de la empresa se negaron a comentar el detalle del relevamiento, pero en cambio afirmaron que, para el día de la inauguración de las nuevas estaciones de la línea B, “el lugar estará en óptimas condiciones para garantizar la seguridad de todos los pasajeros y trabajadores del subte”.

A última hora de ayer, el vocero del gremio de metrodelegados, Enrique Rossito, dijo que seguían esperando una respuesta de Sbase al informe y desmintió que la organización gremial tuviera previsto accionar judicialmente para demorar la inauguración. “Sólo queremos que se inaugure en condiciones seguras. Como sindicato, tenemos la responsabilidad de hacer la denuncia. Si no nos prestan atención y ocurre una tragedia, sabemos que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para evitarla”, dijo Rossito.

El relevamiento fue realizado por técnicos de la Secretaría de Higiene y Seguridad de la AGTSyP, que señalaron deficiencias y riesgos en la estación Juan Manuel de Rosas, de Triunvirato y Monroe, cuya apertura Sbase anunció para “la última semana de julio”. Rossito explicó a este diario que el relevamiento de la estación Echeverría aún no está completo, pero que esa obra es la que más riesgos eléctricos y filtraciones presenta a simple vista, ya que el 2 de abril, tras la tormenta, hubo 30 centímetros de agua tapando el andén.

En cuanto a Juan Manuel de Rosas, que será cabecera de línea, el relevamiento es detallado. “700 metros más allá de la estación”, explica el informe, se encuentran otras dependencias: la cochera, el taller, espacio para servicios auxiliares y cambios de vías. En la cochera-taller, asegura el informe, hay “riesgo eléctrico” por “las innumerables filtraciones que se dan a lo largo de todo el túnel”. En la bóveda del túnel de hormigón, hay “fisuras” y “manchas dejadas por las escorrentías de agua con sales, las cuales ya están deteriorando con su potencial corrosivo las vías, el tercer riel, el cableado, las cajas eléctricas y de señales y las instalaciones contra incendio”. En la sala de bombas, “las filtraciones han hecho que deba cubrirse con un plástico el tablero”, mientras que al momento de la recorrida había obreros de la construcción trabajando “en ese ambiente con (lámparas) portátiles sin puesta a tierra”.

De acuerdo con el relevamiento, que acompaña las observaciones con fotos, las filtraciones también afectan las salidas de emergencia, los vestuarios, y las cañerías de agua para incendio. Además, las canaletas pluviales del taller y la cochera están “colmatadas”. El informe señala que todas las irregularidades detectadas en el taller y la cochera infringen la ley 19.587, de Higiene y Seguridad en el Trabajo.

El recorrido también observó riesgos en la estación, empezando por las filtraciones en paredes y techos de los vestíbulos. Además, “durante la última gran lluvia del día 2 de abril de 2013, el agua ingresó en forma de torrente a la estación, llegando a niveles por encima de la línea de tomacorrientes, dañando todo el piso técnico de la boletería” más cercana al vestíbulo que tiene salida a Monroe.

En el andén, “los sistemas de achique deben estar permanentemente funcionando” y además ya se observan “incrustaciones producidas por el tenor salino de las filtraciones”. En el extremo del andén más bajo, “altamente anegable”, se encuentran la sala de ventilación forzada y la sala de bombas, lo que “constituye un serio riesgo para el personal que deba ingresar, especialmente el de instalaciones fijas”.

El informe también señala que, como será cabecera de línea, la estación Juan Manuel de Rosas cuenta con instalaciones específicas para el personal que no se encuentran en otras estaciones. Sin embargo, señala que los vestuarios sufren filtraciones, por las que el techo y las luminarias ya están deterioradas. Además, la sala de descanso de conductores es “un recinto de 3 metros por 1,50, sin ventanas”, mientras que la del jefe de Tráfico es de 1,50 por 1,80. El mismo problema de dimensiones se detectó en la sala de descanso de los señaleros.

Voceros de Sbase no negaron ni confirmaron la información de los relevamientos. En cambio, aseguraron que la empresa se encuentra “trabajando para llegar en óptimas condiciones al día de la inauguración”, que será un día de “la última semana de julio”. También afirmaron que ambas estaciones, la cochera y el taller se adecuarán a la normativa, y que “el lugar estará en óptimas condiciones para garantizar la seguridad de todos los pasajeros y trabajadores del subte”.

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