En la madrugada de ayer, luego de discutir con el chofer porque no le abría la puerta para subir, un profesor de Historia murió atropellado por el mismo colectivo al que había querido subir. El docente Javier Pisano murió en Independencia y Combate de los Pozos, en el barrio de San Cristóbal, a metros de la parada de la línea 37. Ayer, el conductor del colectivo, Rogelio Marcelo Pérez, permanecía detenido, acusado de “homicidio”, mientras que los investigadores intentaban dar con los pasajeros que viajaban en el ómnibus para pedirles sus testimonios.

El hermano de la víctima, Fernando Pisano, reclamó que el chofer permanezca detenido. “Es imperdonable e inaceptable que se vaya la vida de un pibe de treinta y dos años en estas circunstancias”, lamentó.

Fuentes policiales y judiciales informaron que todo comenzó cuando el interno 29 de la línea 37 de colectivos detuvo su marcha por el semáforo en rojo en esa esquina y Pisano quiso subir. Aparentemente, como el colectivo no estaba junto al cordón, lejos de la parada y se hallaba con las puertas cerradas, Pisano comenzó a golpear el vidrio para que el chofer abriera.

Ante la negativa del colectivero, Pisano rompió uno de los vidrios de la puerta delantera del colectivo y un espejo lateral, mientras insultaba al chofer, según contaron testigos a la policía. En su declaración indagatoria, el colectivero bajó del colectivo y discutió con el docente, tras lo cual volvió a subir y arrancó. Se cree que en ese momento, Pisano fue atropellado por el colectivo y quedó tirado sobre el pavimento. El colectivero contó a la Justicia que escuchó “un fuerte ruido” y detuvo su marcha unos metros más adelante y llamó a una ambulancia del SAME. Pisano murió a poco de llegar al Hospital Ramos Mejía, antes de que pudiera ser operado de urgencia.

La Justicia ayer pidió informes al Sistema Unico de Boletos Electrónicos (SUBE) para que aporte los datos de los pasajeros que viajaban en el colectivo, para que los investigadores puedan pedirles testimonio.