Un chico de cinco años tuvo que ser internado en un hospital de Córdoba luego de que su madre le inyectara insecticida en un brazo. El chico se encontraba ayer en estado grave, aunque “estable”, informó la jefa de Toxicología del Hospital de Niños de esa provincia. La madre, de 21 años, habría intentado suicidarse tras el envenenamiento. La Justicia la detuvo y la derivó a un centro neuropsiquiátrico. Durante el allanamiento a la casa donde vivía la mujer, su marido y el niño, la policía secuestró un plaguicida agrícola, una jeringa, somníferos y una goma de suero. El niño “está estable, pero es un caso grave, porque es un veneno muy serio. Es un insecticida de uso agrícola y que a veces se consigue para colocarlo para los piojos. Hoy (por ayer) estaba en el pico máximo, porque tiene efecto residual”, dijo la profesional Nilda Gait. El episodio ocurrió el lunes en Las Varillas, una localidad a más de 150 kilómetros al sudeste de la capital provincial. Al parecer, la mujer les dio tranquilizantes diluidos en un jugo al padrastro y al niño para que se durmieran, tras lo cual inyectó el insecticida en el brazo derecho del chiquito.