Quizás haya demasiados robos, pero no se le puede criticar a la policía falta de celeridad para defender la fauna autóctona. Lo comprobó ayer el camarista de San Isidro Fernando Maroto cuando fue a pescar a la laguna de Mar Chiquita, en la provincia de Buenos Aires. El problema es que el lugar es una reserva natural y allí no se puede pescar, por lo que el juez quedó demorado por la policía. “No hacen nada contra los delincuentes y cuatro uniformados vienen a detenerme por estar pescando en un ‘supuesto’ lugar prohibido. Es realmente indignante”, se quejó el pescador pescado.
Maroto fue a pescar junto con un auxiliar de su juzgado a la laguna de Mar Chiquita. Se instaló en un lugar apartado, tomó su mediomundo y, desde un puentecito, lo arrojó a las aguas a la espera de alguna presa.
Sin saberlo, en ese preciso momento estaba cometiendo dos infracciones. La primera, estaba dentro del predio de una base de la Fuerza Aérea, y la segunda, estaba infringiendo la ley de pesca, que prohíbe el uso de mediomundo en los espejos de agua de la provincia y más aún en ése, que es una reserva natural. Para explicarle esto llegó un teniente de la Fuerza Aérea, quien le pidió que se retirara del lugar. “Le dije que me mostrara la orden que me impedía pescar y fue ahí cuando llamó a la policía”, explicó Maroto.
No bien los oficiales arribaron al lugar, la discusión ganó en temperatura, que continuó ascendiendo cuando un agente de fauna (una suerte de guardaparques) se sumó al convite: le labró un acta de infracción a Maroto y le secuestró su pequeño mediomundo.
“Este hombre no había visto el hecho, pero en forma autoritaria vino y me labró la infracción, por lo que después lo denuncié en Mar del Plata por abuso de autoridad”, añadió el camarista, quien además denunció a los policías por falsedad ideológica y privación ilegítima de la libertad.
Sin embargo, el jefe de la seccional de Mar Chiquita defendió la actuación de sus subordinados, amparándose en la legislación vigente. “Está prohibido pescar con mediomundo y punto. Como este caso tenemos cientos, pero mayormente no hay problemas. Les decimos que no se puede pescar y se van, pero este señor no aceptó nuestras órdenes y empezó a sacar credenciales que asustaron a mi gente”, aclaró.