SOCIEDAD
Los hábitos non sanctos del rabino que integraba una banda de narcos
La Policía Federal detuvo a tres hombres, un argentino y dos israelíes –uno de ellos, rabino– que traficaban cocaína hacia Tel Aviv. Secuestran droga por 1,5 millón de dólares.
› Por Carlos Rodríguez
Con su atuendo negro y su barba tupida, tenía el aspecto tradicional de los religiosos judíos. Y era, efectivamente, un rabino, aunque renegaba de ciertas tradiciones. El hombre, de nacionalidad israelí pero radicado desde hace años en Buenos Aires, fue detenido por la Policía Federal porque junto con otras dos personas, una de ellas argentina, está acusado de ser uno de los cerebros de una organización dedicada al tráfico de cocaína con destino a Israel. Cada diez días, los traficantes enviaban hacia Tel Aviv no menos de cinco kilos de cocaína que era distribuida en todo Israel, donde se produjeron otras 12 detenciones, dado que se trata de un trabajo conjunto realizado entre las policías de los dos países. “Por razones de distancia con los países productores, lo que determina que no haya un flujo importante de cocaína hacia ese lugar del mundo, los cinco kilos secuestrados aquí, una vez fraccionados, podían reportar una suma estimada en cerca de un millón y medio de dólares”, explicó a Página/12 el comisario Roberto Raglewsky, del Departamento Operaciones Federales de la Policía Federal.
Además del paquete con cinco kilos de cocaína, pronto a partir vía Ezeiza llevado por una “mula”, como se llama a los encargados de transportar la droga, los policías secuestraron en dos domicilios distintos 18.000 dólares, armas cortas y largas, una balanza de precisión y otros elementos que confirmarían que en este caso, al menos, el hábito no hacía al rabino. Los procedimientos, en los que participaron 30 policías, fueron realizados en el centro de la Capital Federal por orden del juez en lo penal económico Bernardo Vidal Durand. Los procedimientos se realizaron en un departamento de Presidente Perón 2133 y en un appart hotel de Callao 1178, lugar donde se alojaba el rabino.
“El nombre no se lo puedo decir porque no estoy autorizado, pero lo que tenemos confirmado es que el hombre se desempeñaba como guía espiritual de la comunidad judía. Los dos ciudadanos israelíes tenían pedido de captura en Tel Aviv por sus actividades clandestinas”, informó a este diario el comisario Raglewsky. Mientras el religioso residía en la Argentina desde hacía varios años, el otro ciudadano israelí había ingresado hacía algunos meses, con identidad falsa, dado que tenía pedido de captura en su país. “Lo que pensamos es que están detenidos los tres cerebros de la banda, pero es posible que haya algunos prófugos, supuestamente integrantes de los eslabones más bajos de la organización”, sostuvo Raglewsky.
En los procedimientos se encontraron también diez celulares que ahora son investigados para determinar posibles conexiones de la banda. Los miembros de la organización eran “muy profesionales” y se movían a todo lujo en autos importados. Está comprobado que tenían una Grand Cherokee y dos automóviles, un Honda y un Audi, en ambos casos cero kilómetro. En Israel, los operativos realizados en forma prácticamente simultánea requirieron la movilización de 200 efectivos policiales. “al revés de lo que ocurre en los Estados Unidos, por ejemplo, en Israel es más barata la heroína que la cocaína, de manera que los cinco kilos incautados demuestran que se trataba de una banda importante”, insistió Raglewsky. El valor de la droga, al salir de la Argentina, era de “alrededor de cien mil dólares el kilo, pero en Israel, fraccionada, el costo se triplica. Esto significa que los cinco kilos incautados tendrían un valor cercano al millón y medio de dólares”, dijo el vocero de la Federal. Las “mulas” viajaban hacia Tel Aviv, previa escala en España, “cada diez o quince días”. La investigación local comenzó hace seis meses y es la primera vez que la policía argentina trabaja en conjunto con su similar de Israel. Se cree que la droga había ingresado a la Argentina procedente de Bolivia y el total del envío tenía a Tel Aviv como destino final.