En el secuestro de Rubén Astrada, además del suboficial detenido como presunto integrante de la banda, está confirmado que se busca a un oficial como supuesto cabecilla del grupo y hay sospechas de que podrían haber intervenido otro oficial y hasta un comisario, todos de la zona norte del Conurbano. Ayer fue allanado el domicilio del sargento detenido, Eduardo Correa, quien vivía en un barrio cerrado de Pilar, donde tenía armas largas y varias pistolas. Las armas eran particulares, ya que Correa había sufrido tiempo atrás una grave herida en una mano que le impedía cumplir funciones operativas en la calle, dado que se consideraba que estaba incapacitado para esas tareas por las secuelas del enfrentamiento. En el domicilio de Correa, en un barrio cerrado de Del Viso, en el partido de Pilar, se encontraron “varias pistolas de diversos calibre, una escopeta y una ametralladora”, pudo saberse en fuentes cercanas a la investigación.
El 26 de junio pasado, cuando secuestraron a Astrada en Boulogne, los testigos vieron a por los menos seis personas con armas largas, entre ellas algunos fusiles FAL y ametralladoras. “Correa se encontraba bajo un régimen especial en el que sólo debe cumplir tareas administrativas y no podía andar armado”, recordó el vocero. El suboficial tendrá que explicar si cumplía o no tareas de custodio en la Municipalidad de San Fernando, pero claro que eso no será lo más grave.
El lunes Correa será indagado por el juez federal de San Isidro Roberto Marquevich, en la causa por el secuestro del padre del futbolista Leonardo Astrada. Lo primero que llamó la atención es el lujo que ostenta el domicilio en Del Viso, con pileta de natación y detalles que indicarían que tenía algunos trabajos “extras” e impropios de un policía. “Tendrá que justificar su situación patrimonial y contar cómo con un sueldo de suboficial vivía en medio de tanto lujo”, explicó la fuente.
En los últimos tiempos Correa había gastado mucho dinero en la compra de materiales para varias refacciones que tenía que hacer en su casa. El policía está sospechado también de haber participado en el secuestro de Juan Carlos Cirelli, por el que se pagó un rescate de 60 mil pesos. El sistema de entrecruzamientos telefónicos VAIC detectó que desde el celular de Correa se hicieron llamados extorsivos a la familia Cirelli.
El juez Marquevich dijo que la banda que secuestró al padre de Astrada estaba compuesta por “varias células” y aclaró que si bien no se pagó rescate, la investigación apunta de todas maneras a determinar quiénes intentaron cobrar el dinero exigido. Según el juez, algunos miembros de la banda “se dedican al secuestro propiamente dicho, otros al cuidado de las personas y otros al cobro del dinero”, de acuerdo con lo que surge de la investigación realizada hasta ahora.
El juez afirmó que, aunque no se haya pagado rescate, igual son buscados “los que se dedicaban a cobrar el dinero” que tienen igual responsabilidad “aunque no hayan concretado su tarea”.