En un duro fallo, José Arce y su madre, Elsa Aguilar, fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato de Rosana Galliano, esposa del primero y nuera de la mujer. El Tribunal Oral 1 de Campana, por unanimidad, sostuvo que el femicidio ocurrido el 16 de enero de 2008 fue “la crónica de una muerte anunciada, como suelen ser lamentablemente todos los casos de violencia de género”, con el agravante de que tuvo “ribetes de crimen organizado por la forma como se planificó y se cometió”. Los jueces señalaron que, “aparte del motivo pasional, se pudieron haber sumado también intereses económicos, al tener que compartir el imputado con la víctima la división de bienes gananciales”, dado que se estaban divorciando. Por estas razones Arce y su madre, que a pesar de la condena seguirán en libertad hasta que el fallo quede firme, fueron encontrados culpables del delito de “homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y por haber sido cometido por dos o más personas”. Arce y su madre fueron considerados “coautores” del crimen, que fue cometido por “otras personas no identificadas” que fueron contratadas para matar a Rosana Galliano.

“El tendría que irse de acá directo a que lo detengan. La Justicia actuó bien respecto de la condena, pero no sé por qué no lo sacaron preso de acá”, dijo Graciela, madre de Rosana, sobre la decisión que permite seguir libres a los dos condenados. Graciela sostuvo que Rosana “no podrá descansar en paz hasta que Arce esté preso, porque es lo que corresponde para cualquiera que mata”, dijo. El fiscal del juicio, José Luis Castaño, había pedido que los condenaran a prisión perpetua y que la pena se cumpliera de inmediato en una cárcel común.

Durante la lectura del veredicto, Arce parecía dormirse por momentos y tambaleaba sobre la silla que ocupaba, probablemente como consecuencia del ACV hemorrágico que sufrió en mayo pasado, en plena audiencia. Esa situación no modificó la postura de la madre de Rosana, quien afirmó que Arce es “un psicópata” que siempre “se burló” de su familia. Los jueces Daniel Rópolo, Elena Bárcena y Raquel Slotolow dieron por acreditado que Arce, de 64 años, y su madre, Elsa Aguilar, de 83, “junto con personas no identificadas y con división de tareas, planearon y ejecutaron la muerte de Rosana Galliano”, de 29 años.

En el fallo se afirmó que Arce planeó el homicidio, realizó aportes de dinero para ejecutarlo, suministrado especialmente por su madre, utilizó distintos métodos y dispuso de diferentes medios que eran necesarios para asesinar a su ex esposa en su casa de El Remanso, en Exaltación de la Cruz. El 16 de enero de 2008, el condenado y Rosana quedaron en encontrarse en la casaquinta del barrio mencionado, donde él iba a llevar a los hijos del matrimonio.

La víctima concurrió al lugar acompañada por su hermana Mónica. Ambas, ante la tardanza de Arce, se habían dispuesto a cenar en la cocina-comedor de la casa, pero “en determinado momento Rosana recibió una llamada a su celular realizada por su esposo, obligando de esta forma –y logrando el fin propuesto– a que su esposa abandonara el interior del inmueble”. Según los jueces, Arce y toda la familia sabían que la señal era baja dentro de la vivienda y que, por esa razón, la víctima tenía que salir al parque.

En esa situación estaba cuando fue sorprendida por “un individuo que se hallaba emboscado en el interior del parque portando un arma de fuego”. Los jueces aseguraron que “el sujeto, valiéndose del estado de indefensión en el que había sido colocada” la víctima, hizo contra ella varios disparos “con (un arma) calibre 11.25”, alcanzando a Rosana “con tres de ellos”. Una vez leído el veredicto, Arce y Aguilar debieron quedarse parados a un lado de la sala, con custodia policial, mientras familiares de la víctima los insultaban y se quejaban por el hecho de que ambos pudieran retirarse de los tribunales, a pesar de la dura condena.

“Tienen que detenerlos, ellos mataron a mi hija, todavía no se hizo justicia”, se quejó Reinaldo, padre de Rosana, quien estuvo junto a Graciela y a la otra hija del matrimonio, Mónica. El abogado Alfredo García Kalb, defensor de Arce, dijo que “estaba seguro de su inocencia” y que, si bien primero deberá leer los fundamentos, en el juicio no se demostró su “culpabilidad”, por lo que apelará la condena ante la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires.

“Esto no terminó acá, en otras instancias va a terminar siendo un fallo absolutorio. Voy a impugnar este fallo burdo”, afirmó el letrado. Los jueces confirmaron, además, la absolución de los hermanos Paulo (35) y Gabriel Leguizamón (41) –ver aparte–, quienes habían sido señalados como los autores materiales del crimen, pero quedaron fuera de la acusación por falta de pruebas.

“A mi hija me la mataron como a un perro y si (Arce) es el responsable pretendo que lo tengan en la cárcel. Lamentablemente lo tengo que seguir viendo por mis nietos, a quienes quiero seguir viendo, ya que son lo que quedó de mi hija”, dijo Graciela, quien agregó que ahora tiene pensado iniciar los trámites para obtener la tenencia de los chicos. Oscar, hermano de Rosana, se declaró muy disconforme con la decisión de que Arce y Aguilar continúen libres.

“Estamos hablando de un fallo unánime, no de una pavada, al hombre (Arce) se lo veía muy bien, se reía de nosotros. Ahora estará planeando qué puede hacernos”, señaló el hermano de la víctima. También se mostró preocupado por el futuro de sus sobrinos. “Es increíble que los chicos sepan que el padre mató a la madre y los dejan que vuelvan a la casa con su padre; es una cosa de locos y estamos tratando de sacar a los chicos de ahí, porque Arce es un tipo peligroso.”