SOCIEDAD › OPINION
› Por Carlos Alvarez Nazareno *
Ayer, 8 de noviembre, en la Argentina se conmemoró por primera vez en su historia el Día Nacional de las/los Afroargentinas/os y de la Cultura Afro”, establecido por la Ley 26.852. La fecha elegida corresponde al día de la muerte de María Remedios del Valle, la afroargentina llamada por las huestes revolucionarias de mayo Madre de la Patria, a quien el general Manuel Belgrano le confirió el grado de capitana por su arrojo y valor en el campo de batalla.
Esta ley fue promovida por la Agrupación Afro Xangó y otras organizaciones integrantes de la Asamblea Permanente de Organizaciones Afrodescendientes de Argentina (Apoaa). Se trata del primer reconocimiento legislativo de carácter nacional hacia los afrodescendientes. Además de instituir el día, la norma sienta las bases para el desa-rrollo de políticas públicas, ya que el Ministerio de Educación debe incorporar la conmemoración al calendario escolar.
La sanción de esta ley es el inicio de un proceso que tiene por objetivo revertir la hegemonía historiográfica que impuso la falsa creencia de que en la Argentina no hay “negros”, que llegaron algunos pocos, que quedaron libres en 1813 y desaparecieron luego de las guerras de independencia y las pestes. Esa creencia forma parte del discurso racista impuesto por las clases dominantes y las elites académicas durante nuestro devenir histórico. El país dicotómico que ideó Sarmiento, con civilizados y bárbaros, no dejó lugar al multiculturalismo. Se impuso a sangre y fuego el discurso de una “Argentina blanca, eurocéntrica y burguesa”. El resultado fue siniestro: la negación del valor de la identidad de los grupos no europeos, como los afrodescendientes y los pueblos originarios. La necesidad de instalar en el sistema educativo argentino el aporte y la cosmovisión de matriz afro se hace urgente para paliar la discriminación, el racismo estructural y la xenofobia.
Los afrodescendientes estuvimos presentes desde los orígenes mismos del proceso de constitución del Estado nación. La trata esclavista llegó a toda la costa atlántica, incluido el territorio que hoy constituye la República Argentina. La presencia afro forma parte de nuestra cultura, lenguaje, música, bailes y comidas típicas. Miles murieron en las guerras de independencia, es verdad, así como también la fiebre amarilla se hizo presente, pero también es cierto que quienes sobrevivieron, las mujeres y niños y niñas, le dieron continuidad a nuestra comunidad que, más allá del mestizaje, fue invisibilizada como parte de un proyecto político de la burguesía argentina. No se trata de buscar el fenotipo de los “negros” sino de reconocernos en una cultura y una historia que nos tiene como protagonistas. Desde la Ctera y la Agrupación Xangó elaboramos “Afroargentinos. Guía para docentes sobre afrodescendencia y cultura afro”, una propuesta para tratar la temática en todas las escuelas argentinas y para la formación de los maestros y profesores.
Durante todo la semana, la Agrupación Xangó y las organizaciones de afrodescendientes realizaron actos, conmemoraciones, jornadas académicas de reflexión y festejos, fundamentalmente en el Congreso de la Nación junto al diputado nacional Horacio Pietragalla Corti, promotor parlamentario de la ley. Este tiempo histórico, que también nos tiene como protagonistas, implica un nuevo modelo de construcción social y cultural que tiene en la diversidad cultural y étnica un pilar importante. Esto nos permite plantear una mirada crítica de la identidad nacional, desde la cual reconocemos la participación de todos los componentes socioculturales que integran la sociedad, especialmente los excluidos e invisibilizados en nuestra historia: pueblos originarios y afrodescendientes. Porque Argentina también es afro, pero sobre todo los afro son argentinos.
* Presidente de la agrupación afro Xangó.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux