Tras la llegada a manos del fiscal Diego Molina Pico de los resultados de los análisis genéticos de la sangre encontrada en el lugar donde mataron a María Marta García Belsunce, diez personas –entre las que se encuentra el marido de la víctima, Carlos Carrascosa– deberán someterse el jueves a una extracción de sangre para compararla con los rastros hallados en la escena del crimen y así saber si entre ellos se encuentran el o los asesinos.
Tardaron, pero finalmente llegaron. Los resultados del ADN sobre la sangre encontrada en la casa de María Marta ya están en manos de Molina Pico y a partir del jueves diez personas –en lo que se puede considerar una derrota para la defensa de la familia Belsunce que desde hace meses venía demorando este trámite– deberán desfilar frente al extraccionista para dejar su sangre a disposición de la Justicia.
Entre ellos se encuentra el principal imputado de la causa, Carlos Carrascosa, los hermanos y hermanastros de María Marta, el primer médico que llegó al lugar, Juan Gavry Gordon y Nicolás Pachelo, vecino de los Belsunce en el country El Carmel.
Para Molina Pico el estudio a realizarse es clave porque sospecha que María Marta se defendió y alcanzó a lastimar a su o sus agresores, que dejaron sangre en el lugar, pese a que la escena del crimen fue lavada por orden de la familia. Por ahora, lo único que se sabe a partir de los resultados del ADN es que la sangre pertenece a una mujer y dos hombres.