El barrio de Palermo vivió una noche de terror. Dos delincuentes mantuvieron como rehenes durante dos horas y media a una familia compuesta por diez personas –entre ellas cuatro de muy corta edad– en una casa de Humboldt al 1400. Toda la manzana fue dejada a oscuras, las viviendas cercanas fueron desalojadas y al lugar hasta llegó el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. A las 23, luego de una ardua negociación con la policía y ante la presencia de una cámara de TV, los delincuentes se entregaron.
Los delincuentes liberaron ilesas a todas las personas que mantenían como rehenes en la vivienda ubicada en Humboldt 1471, tras asegurarse que “iban a ser bien tratados”, según explicó el jefe del operativo antisecuestro de la Policía Federal, comisario Carlos Sidrás.
La odisea comenzó alrededor de las 20.30, cuando dos delincuentes mayores de edad, fuertemente armados con pistolas, fueron sorprendidos por policías mientras intentaban robar en una casa. Al verse rodeados, entraron por los techos a una casa vecina y tomaron a toda la familia de rehén. “Iban a robar una finca lindera cuando oyen las sirenas y pasan a otro edificio, por lo que ingresan por los altos de la vivienda y luego toman los rehenes”, explicó Sidrás.
El episodio movilizó un importante número de efectivos del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) y de la Policía Federal, que cerró la zona cuatro cuadras a la redonda de la vivienda tomada.
Los delincuentes se entregaron luego de una negociación con la policía y frente a una cámara de televisión que solicitaron como condición para liberar a los rehenes, luego de verse acorralados por la policía que, entre otras cosas, sembró de clavos la calle Humboldt para evitar una posible huida en automóvil de los jóvenes.
Según explicó el comisario Sidrás, presidente del comité de crisis que actúa ante las toma de rehenes, los delincuentes mantuvieron cautivos a “seis mayores y cuatro chiquitos de muy corta edad”, quienes fueron liberados “en perfecto estado de salud, tanto física como mental”. Un familiar de las víctimas dijo que los niños tenían “menos de seis años”, y que el resto del grupo de rehenes estaba integrado por “dos abuelos, dos hombres y sus (respectivas) mujeres”.
Imprevistamente –y antes del desenlace– llegó a la zona el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, que luego explicó que el presidente Néstor Kirchner siguió minuto a minuto el desarrollo de la toma de rehenes. “El Presidente ha estado en contacto con el ministro” de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz, dijo Duhalde, quien estuvo en el lugar de las negociaciones junto al secretario de Seguridad Interior, Norberto Quantín.