El accidente ocurrió antes del alba, en un sector de curvas de la ruta 41, en el partido bonaerense de Lobos. Una combi de pasajeros que venía de Junín, con destino a La Plata se topó de frente con un camión jaula y por esquivarlo bajó a la banquina, de la que salió de inmediato para retomar el camino, pero allí se encontró con otros cuatro vehículos de carga que venían en caravana, a uno de los cuales chocó de frente. El impacto fue muy violento y murieron los 14 ocupantes del vehículo mediano, incluyendo cuatro menores de edad –algunos de ellos retornaban a casa poniendo fin a las vacaciones de invierno–. “Es una zona de curvas en la que está prohibido intentar adelantarse a otros vehículos, por eso fue aprehendido el chofer del camión jaula para determinar si la maniobra que realizó, previa al choque, tuvo incidencia en el accidente”, explicó anoche a Página/12 una fuente de la fiscalía de La Plata a cargo de María Scarpino. El único sobreviviente –está internado en grave estado– es el chofer del camión embestido por la combi. Entre los muertos figuran una madre y sus tres hijos menores, todos oriundos de Gonnet, cerca de La Plata (ver aparte).
Las circunstancias en las que se produjo el choque pudieron ser reconstruidas a partir del testimonio de los choferes de tres de los cuatro camiones que circulaban en fila, separados por una distancia de 200 metros, y que pertenecen a la empresa Rubio Hermanos. Los cuatro camiones se dirigían a la localidad de Navarro. También se cuenta con el testimonio de una vecina que presenció lo ocurrido. Las fuentes judiciales admitieron que todo indicaría que el chofer del camión jaula de transporte de ganado que se adelantó a los otros cuatro vehículos pesados, circulando en sentido contrario por el carril en el que venía la combi, está alojado en la comisaría de Lobos “hasta que se determinen bien los hechos y pueda saberse si tuvo alguna responsabilidad”.
La causa, en principio, está calificada como “homicidio culposo”, pero se tiene que analizar si existe la posibilidad de una participación dolosa del chofer del camión portaganado, quien fue “aprehendido” (una instancia legal que no constituye una “detención” formal) en Saladillo, a partir de los datos que aportaron los testigos. Las fuentes de la fiscalía platense dijeron que “no pudo determinarse todavía si la combi venía a mucha velocidad”, pero sí se estableció que “cuando vio venir de frente al camión jaula bajó a la banquina para esquivarlo y después quiso retomar la ruta, pero la maniobra fue muy brusca, al punto que se cruzó parcialmente de carril y chocó contra la cabina del tercer camión que venía en fila india”. Se aclaró que el conductor de ese camión, que llevaba cereales, “aparentemente no tuvo ninguna responsabilidad” en el accidente.
El choque ocurrió a las 5.30 de ayer, a unos 8 mil metros de la ciudad de Lobos, cerca del arroyo Del Toro, en un punto impreciso de la ruta 41, dado que en el lugar no hay mojones que determinen fehacientemente el kilometraje. La combi pertenecía a una empresa de turismo, Villamil Viajes, con cabecera en Junín, que realiza viajes en forma habitual hacia distintas ciudades, incluyendo La Plata, que era el lugar de destino en la ocasión. El vehículo de pasajeros era una Mercedes Benz Sprinter patente BOS-134, conducida por Miguel Popino, quien murió en el accidente.
El impacto fue violento y la combi quedó totalmente destrozada, lo mismo que la cabina del camión que transportaba cereales, cuyo conductor Daniel Alberto Rubio, uno de los dueños de la empresa, sigue internado en grave estado. Rubio tiene domicilio en la ciudad de Quequén, cerca de Necochea. El director del Hospital de Lobos, Augusto Martín, confirmó que los muertos eran 14 y que el chofer del camión sufrió hundimiento de cráneo y que su estado es grave. Las fuentes de la fiscalía precisaron que la empresa de turismo estaba habilitada y que la combi estaba asegurada por la compañía Federación Patronal. Además del chofer, murieron las 13 personas que iban en la combi y que habían partido la noche anterior desde Junín: los hermanos Juan Bautista, Bernardo y Manuela Zabala, todos ellosmenores de edad; la mamá de los chicos, Adriana Chacón; María José Rivas, Francina Suma, Fernanda Sus; María Laura Mauricio y Cristina Mauricio; Raúl Vemero, Jéssica Paviz, Mónica Alori y Héctor Armendáriz.
En el rescate de las víctimas, que habían quedado atrapadas entre los hierros de la combi, trabajaron bomberos y policías de la seccional primera de Lobos y de los destacamentos Empalme y Laguna de Lobos. Los dos vehículos estaban destrozados justo en la parte final de un tramo de la ruta donde hay una curva y una contracurva. La combi se estrelló contra la cabina del camión cerealero. Como resultado del impacto, la caja del camión volcó hacia un costado y el vehículo de pasajeros virtualmente se incrustó debajo de la pesada estructura del acoplado. Un bombero que participó del operativo, todavía conmocionado por lo vivido, dijo que los cuerpos de algunas de las víctimas “fueron mutilados”.
La escena posterior al accidente era terrible. Muchas de las víctimas quedaron atrapadas entre los hierros retorcidos, mientras que otras fueron despedidas hacia afuera de la combi y quedaron tiradas sobre el asfalto. Se cree que todos murieron en el acto. Sobre el piso quedaron también los bolsos de viaje, la ropa y hasta los libros que llevaban los más chicos. La fiscal Scarpino, acompañada por varios de sus colaboradores, se hizo presente en el lugar de la tragedia, donde difundió el número de su despacho en La Plata, el 0221-4274988. El comisario de Lobos, Juan Bottón, informó que el chofer del camión jaula “seguirá aprehendido hasta que la Justicia determine su situación procesal”. De acuerdo con lo que estimó la policía según los datos meteorológicos de la zona, a las 5.30 había algunos bancos de niebla, pero no lo suficientemente densos como para tapar la visibilidad.