La aparición de un donante de hígado permitió el trasplante que literalmente salvó la vida de Santiago Ibáñez, de 27 años, afectado por una hepatitis fulminante. Ibáñez tuvo que aguardar dos semanas hasta que le donaron el órgano. La operación se realizó ayer en la Fundación Favaloro, durante ocho horas y media. Al término de la intervención quirúrgica, el cirujano Oscar Andriani dijo que “el joven está estable”, y agregó que “la infección que lo afectó no atacó otros órganos”. Ibáñez se había recibido de físico hace pocos días y estaba internado desde el viernes 18 en la Fundación, donde aguardaba la operación que terminó a las 14 hs.