Los gremios docentes festejaron anoche en la Legislatura. Es que la oposición, unida, logró frenar el tratamiento del proyecto de ley impulsado por la gestión de Mauricio Macri para crear un instituto de evaluación educativa en la Ciudad, que es rechazado por los principales sindicatos de maestros. El rechazo al proyecto se basa en que implica una “tercerización de la evaluación educativa”, hoy a cargo de técnicos del Ministerio de Educación porteño. El proyecto quedó reservado en secretaría y deberá ser tratado recién el año próximo.

“Estamos felices porque todos los diputados de la oposición respetaron su palabra de rechazar este proyecto”, dijo el titular de UTE, Eduardo López. Un nutrido grupo de docentes siguió desde el recinto el tratamiento del proyecto, mientras otro grupo hacía una vigilia en la puerta de la Legislatura. Todos celebraron cerca de la medianoche, cuando el macrismo, al ver que no podía lograr el número necesario, propuso reservar el proyecto para evitar una derrota. Para entonces se llevaban más de once horas de sesión. El expediente del Ejecutivo que da origen al “Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad Educativa” fue uno de los últimos en ser tratado.

En rigor, que el proyecto quede reservado en la secretaría parlamentaria implica que tenga la chance de volver a ponerlo en debate el próximo lunes, cuando se hará una sesión especial destinada a tratar temas pendientes antes del recambio de miembros legislativos del 10 de diciembre. Pero si no tuvo el número necesario ayer, creen los docentes, tampoco lo tendrían en esa ocasión.

La solicitud del macrismo ocurrió cuando desde el bloque oficialista se dieron cuenta de que, de concretarse una votación, no llegarían con las manos alzadas requeridas para la sanción de la ley para la creación del instituto y optaron por pedir la postergación del tema.

En ese marco, los bloques de la oposición y los representantes de los gremios docentes, que estaban presentes en el recinto y siguieron de cerca las manifestaciones, festejaron lo que consideraron un fracaso del PRO, aunque admitieron la posibilidad de que sea tratado en la próxima sesión del lunes.

El temor de los gremios docentes radicaba en que, a último momento, alguno de los diputados opositores que había garantizado su rechazo se ausentara de la sala y dejara así vía libre a la mayoría macrista y sus aliados para aprobar el proyecto.

El texto del Ejecutivo plantea que el instituto funcione como una entidad autárquica que “contribuya al mejoramiento de la calidad y equidad educativa” que evalúe “el aprendizaje de los alumnos y las prácticas de los docentes”, así como también que haga encuestas “publicando sus resultados” y bajo un sistema de presupuesto que permita subvenciones de organismos públicos o privados, nacionales o extranjeros.

Frente a ello, Eduardo López sostuvo: “Creemos que hay que profundizar la evaluación para mejorar, pero lo tiene que hacer el Estado, el Gobierno de la Ciudad, y no empresas privadas con fondos privados”, ya que éstos “evalúan según sus intereses”.