El gobierno porteño puso en marcha ayer la construcción de dos túneles en la cabecera sur del metrobus 9 de Julio, una obra que se prolongará por 22 meses, costará 127 millones y permitirá reducir el tiempo de viaje en dos minutos y medio. La obra no estaba prevista desde un comienzo: su necesidad surgió para superar la demora que se genera en la entrada y salida sur, donde los carriles se cruzan y los ómnibus deben esperar la luz de un semáforo. La organización PropAMBA anunció que presentará una denuncia penal por el incumplimiento de una medida judicial que impide la realización de esas obras.

Con esta obra, el costo total del metrobús 9 de Julio se eleva a 300 millones de pesos, para un recorrido de tres kilómetros, a razón de 100 millones por kilómetro. Aunque al final de la obra el costo puede ser aún mayor: la construcción de los andenes estaba presupuestada en 115 millones, pero se elevó a 175 millones.

“Presentamos una denuncia que recayó en el Juzgado Contencioso y Administrativo a cargo de Elena Liberatori, quien dictó una cautelar en donde dice que el Gobierno de la Ciudad debe hacer un estudio de impacto ambiental previo a la construcción de los túneles”, explicó Nidia Marinaro, miembro de PropAMBA, a la agencia Télam.

La arquitecta sostuvo que “el estudio ambiental se hizo por la misma empresa que va a ejecutar la obra, José Cartellone Construcciones Civiles SA, cuyo titular es el suegro del presidente de AUSA, Gustavo Matta y Trejo, aunque en la Justicia no se presentó el certificado que dice si se permite o no la obra”.

“La obra que significan los túneles es de alto impacto, porque sobre las avenidas 9 de Julio y San Juan hay napas, caños de agua, de gas, de media tensión, y además por allí pasa la línea de Subte C”, consideró Marinaro. El acto de puesta en marcha de las obras fue encabezado hoy por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien sostuvo que los túneles “contribuirán a reducir en aproximadamente tres minutos cada viaje en metrobús, lo que significa ir sumando todos los días más tiempo para descansar y estar en familia”.

Macri supervisó el inicio de los trabajos en el obrador que comenzó a instalarse en el cruce de las avenidas San Juan y 9 de Julio, en el nudo que forman las vías de acceso y egreso de las autopistas 25 de Mayo y 9 de Julio Sur. No estuvo presente el subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, quien viajó a Washington para recibir un premio al transporte sustentable, justamente por sus proyectos de metrobus y bicing.

Según el gobierno porteño, los dos túneles serán de uso exclusivo para las once líneas de colectivos que recorren el metrobus, uno para los que se dirigen en sentido norte-sur y el otro para los que se desplazan en la dirección contraria.

La obra se realizará en dos etapas. En la inicial se trabajará en el armado de los desvíos en torno de las avenidas 9 de Julio y San Juan y luego se iniciarán las tareas de excavación para darles forma a los túneles. La construcción se realizará sin restricciones a la circulación vehicular, informó el gobierno porteño.

El metrobus 9 de Julio fue puesto en funcionamiento el 24 de julio de 2013, a pesar de una serie de presentaciones judiciales y protestas de los vecinos, entre otras cosas porque para su construcción se eliminaron los amplios espacios verdes de las plazoletas de la avenida y debieron removerse unos 200 árboles, algunos de los cuales se perdieron para siempre.