Mar 21.01.2014

SOCIEDAD  › FALLECIó UN JUBILADO, RESULTARON HERIDAS TRES EMBARAZADAS, OTRA MUJER DE 54 Y DOS CUSTODIOS

Tiros en Moreno alrededor del blindado

Una banda intentó asaltar un camión blindado en la puerta del Banco Supervielle de Moreno centro, ayer antes de las 9. En el tiroteo falleció un jubilado. Tres embarazadas y una mujer de 54 años recibieron heridas, al igual que dos custodios.

› Por Horacio Cecchi

Según las crónicas bancarias, la fila de espera para que se abriera el Banco Supervielle, sucursal Moreno centro, era de una cuadra alrededor de las 9 de la mañana de ayer. A esa hora fue que llegó el camión de caudales de Prosegur con sacas de dinero –cubierto por seguro contra robo–, portavalores, guardias y armas para reducir los riesgos de las aseguradoras, los primeros con sus correspondientes seguros por si en el trámite de reducción de riesgos de las aseguradoras sufrían algún tipo de lesión. En ese mismo momento, después de que un hombre que formaba parte de la fila se apartó y gritó “¡Todos al piso!” a los de la fila, empezó el jaleo y los tiros entre 5 y 7 asaltantes, según los diferentes testimonios, y los portavalores y guardias del blindado. El resultado: un jubilado muerto, dos de los de Prosegur heridos –uno de ellos grave– y cuatro mujeres, tres de ellas embarazadas, heridas, ninguna grave, aunque una de las embarazadas continuó internada y en observación. A última hora, el Supervielle lamentó en un comunicado la muerte del jubilado, cliente de la sucursal, pero aseguró que todo ocurrió puertas afuera de la entidad. Nadie aseguró a quienes formaban la fila sobre semejante experiencia frente a la puerta de un banco, aunque es probable que algunos de ellos estuvieran asegurados como criterio personal.

El escenario del tiroteo se desplegó en Nemesio Alvarez al 200, pleno centro de Moreno. En el 248 de esa calle se abre la mentada sucursal del Supervielle. Una mujer, María Estela, que formaba la fila, aseguró que a la hora protagónica había allí una cuadra de largo. Es probable que llegara a media cuadra, a tenor del número de la entidad, pero metro más, metro menos, la mujer quiso decir que había mucha gente.

También coinciden los testimonios en que la hora en que empezaron los tiros fue a las 9 (aunque la precisión policial luego señaló las 8.40), momento en que llegó el gigantesco blindado amarillo de Prosegur del que bajaron dos guardias armados y el portavalores con al menos una saca de billetes, mientras que en el interior del vehículo quedó el chofer y el acompañante armado.

“Un joven que formaba la fila nos gritó ‘¡Todos al piso!’”, sostuvo María Estela, quien logró correr hasta dentro de una mueblería, pero debió ser atendida luego porque sufrió un pico de presión. El joven, según otros testimonios, llevaba un sombrero que le cubría medianamente el rostro, no a la vista de quienes formaban la fila sino de las cámaras de seguridad, ubicadas en altura. El grito de “¡Todos al piso!” evidencia que la intención inicial era no provocar heridos entre los que formaban la fila, aunque, como los guardias del blindado, estaban armados y dispuestos a pelear a tiros por el botín.

De una camioneta Peugeot Partner, seguramente robada y con seguro, que luego apareció con manchas de sangre dentro, a unas 5 cuadras, y de otro vehículo bajaron dos grupos de hombres armados que junto al de la fila sumaban un número impreciso que osciló según los testimonios entre 5 y 7.

“Portaban FAL, fusiles calibre 223 y pistolas 9 milímetros”, dijo a los medios el superintendente de la Zona Oeste de la Bonaerense, Carlos Bianchi. Apenas se abrió fuego fue herido el jubilado Francisco Figueroa, de 75 años. Según el viceministro de Salud bonaerense, Sergio Alejandre, sufrió “lesiones de arma de fuego en el tórax y miembro superior izquierdo, su estado era muy crítico con heridas que comprometieron la vida del paciente”. También resultó herido de consideración uno de los custodios, de 35 años, “con heridas en el tórax, región malar derecha y miembro inferior izquierdo”, según el funcionario. Ambos fueron derivados de urgencia al Hospital Provincial Mariano y Luciano de la Vega, donde fueron intervenidos quirúrgicamente, aunque Figueroa falleció. El custodio fue derivado a un sanatorio privado por la ART.

Otro custodio, de 42 años, fue herido, pero no de gravedad. Entre la fila, cuatro mujeres fueron las restantes heridas, una de ellas de 54 años, y tres embarazadas, de 22, 35 y 38 años. Pero sólo quedó en observación la de 22, aunque no revestía gravedad.

Los custodios se habían parapetado frente a la mueblería donde la testigo María Ester había corrido a ocultarse. El chofer del camión avanzó con el vehículo para cubrir a sus compañeros, mientras los disparos continuaban. A cifras de Bianchi, “los asaltantes dispararon cien proyectiles”. No especificó los disparos de los custodios. Y alrededor suyo aseguraban que la banda “conocía todos los datos de horarios del camión y la carga de valores”. Finalmente, la banda desistió y huyó en los dos vehículos. En la Partner, abandonada a cinco cuadras, como se dijo antes, se hallaron manchas de sangre que indican que uno de los asaltantes resultó herido.

Horas más tarde, el banco envió el parte de prensa mencionado. Aunque todo sucedió afuera, ocurrió por dinero del banco. Con un garaje interno hubieran evitado tanta tragedia.

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