El nuevo cardenal español Fernando Sebastián Aguilar considera que la homosexualidad “es una deficiente sexualidad que se puede normalizar con tratamiento”. El religioso, recientemente designado por el papa Francisco, realizó esas declaraciones en una entrevista concedida al diario Sur, de Málaga, antes de viajar a Roma para iniciar los preparativos de la ceremonia de su nombramiento.

Francisco anunció el pasado 12 de enero la designación de 19 nuevos cardenales, entre ellos al arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián Aguilar, de 84 años. Ante una pregunta sobre la homosexualidad, el nuevo cardenal respondió que se trata de “una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación”.

“Una homosexualidad que no puede alcanzar este fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias”, agregó. Y enseguida se puso como ejemplo: dijo que él padece hipertensión, pero que en vez de enojarse porque se lo digan lo entiende como “una deficiencia que tengo que corregir como pueda”.

“El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa –insistió–, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice.”

Las reacciones no se hicieron esperar. La dirigente socialista María Gámez manifestó su rechazo ante estas declaraciones. “No son los vientos de cambio que soplan, en apariencia, desde el Vaticano”, expresó, tras recordar que el nombramiento como cardenal de Aguilar ha sido una elección personal del papa Francisco, amigo del obispo emérito.

“No son asuntos de la fe éstos sobre los que habla el cardenal que se convierte en intérprete del propio Papa, que parecía alejado de estas tesis retrógradas, insultantes, anticonstitucionales”, agregó. De la misma manera, “como mujer me siento insultada por las declaraciones sobre el aborto. Iguala homosexualidad y enfermedad, pero iguala a la mujer que decide sobre su cuerpo con una mujer insensata y anormal”. “El cardenal se ha saltado los límites”, concluyó.

En la entrevista, se preguntó Aguilar: “¿Una mujer sensata y normal es capaz de reclamar el derecho a acabar con la vida del hijo que lleva dentro? No tiene sentido política ni antropológicamente hacer del aborto una bandera de modernidad. Es un tema de reflexión más humanista que religiosa.”

Para César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), “en estas declaraciones del cardenal español se manifiesta sin vueltas ni dudas la postura discriminatoria histórica y actualizada que tiene el Vaticano hacia nuestra comunidad. Ahora la elección de adjetivos hacia nosotros es que somos ‘deficientes”.

Pero “no tenemos ninguna enfermedad de la que tengamos que recuperarnos –subrayó Cigliutti–. Los que necesitan un tratamiento adecuado son los cardenales y el Vaticano para recuperarse de la homofobia”.

La opinión de Aguilar salió a la luz cuando el periodista le preguntó sobre la frase del Papa en la que dijo que él no era nadie para criticar a los gays. “¿La comparte?, interrogó. “Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia, que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que ésa es la postura del Papa, lo mismo respecto del matrimonio homosexual o los divorcios.”