SOCIEDAD › VERA VIEIRA, COORDINADORA DE LA RED DE MUJERES DE EDUCACIóN
Doctora en Comunicación, la periodista brasileña Vera Vieira fue entrevistada por Página/12 en el marco del seminario “Más derechos, menos brechas”. Sostiene que se debe cambiar el “tratamiento estereotipado de los medios” en relación con la mujer.
Cara de teflón, lesbiana, culo mantecoso, fueron algunos adjetivos que los medios reprodujeron sobre la presidenta Dilma Rousseff en sus comienzos. A Marta Suplicy, ex alcaldesa de San Pablo, le preguntaron si usaba bombacha roja. “El tratamiento de los medios es muy estereotipado, aunque Dilma se ha ganado respeto”, dice Vera Vieira, periodista y doctora en Comunicación de San Pablo. En el marco del seminario “Más derechos, menos brechas: ampliando fronteras hacia la democratización”, organizado por la Asociación Global para la Comunicación Cristiana (WACC), charló con Página/12 sobre medios, tecnologías y derechos de las mujeres.
Vieira es coordinadora ejecutiva de la Red Mujeres de Educación desde 1996. Desde 2008 es directora ejecutiva de la Asociación Mujeres por la Paz, una organización no gubernamental localizada en San Pablo que trabaja en la interconexión entre la violencia contra las mujeres y un concepto ampliado de paz.
–¿Cómo es esa conexión?
–El concepto ampliado de paz está ligado a la seguridad humana y a la justicia. Tiene que ver con la resolución 1325 de la ONU. Paz no es sólo lo opuesto a la guerra. Paz tiene que ver con la educación, con la salud, con la alimentación. Y las mujeres tenemos un papel importantísimo en la construcción de la paz porque estamos en la lucha cotidiana por todo eso. Otro objetivo era la violencia contra las mujeres. Dentro de esto hay tres temas principales: la violencia doméstica, el tráfico de mujeres y la violencia sexual. Todas trabajamos dos años con este concepto ampliado de paz con las mujeres y hombres. Juntando mujeres y hombres. Dábamos seminarios juntos a mujeres y hombres para construir líderes positivos con poder de replicación de este concepto ampliado de paz y violencia contra las mujeres. Trabajamos primero con violencia doméstica. En 2013 y 2014 estamos trabajando con tráfico de mujeres y violencia sexual. Los principales estados brasileños con este problema son los de la zona fronteriza. El tráfico de mujeres es un problema que parece que no existe porque no se ve, y es un problema serio. Todo esto está basado en la raíz del problema de la violencia contra la mujer: el machismo. El machismo mata.
–¿Por qué participan los hombres?
–Porque es una lucha de muchos y muchos siglos y precisamos de todo el mundo, de mujeres y hombres. En segundo lugar, precisamos a los hombres para deconstruir la forma en que los hombres aprenden a ser hombres. Cómo aprenden: los hombres no lloran, los hombres no se cuidan, tienen que ser brutos, viriles; eso provoca violencia contra las mujeres. Entonces juntamos hombres y mujeres para conversar y avanzar mucho más rápidamente. No es fácil. Hacemos seminarios de 50 o 60 líderes en cada localidad y no tenemos mitad mujeres y mitad hombres. ¿Por qué? Porque quién está trabajando, quién forma a esa gente en el enfrentamiento de la violencia contra las mujeres, la mayoría son mujeres.
–También trabajó con mujeres y tecnologías.
–Sí, en el mismo trabajo hay una parte que es un proyecto en sí. Es una intervención a los medios de comunicación de masas. Logrando reportajes en la TV O Globo, la más importantes de Brasil, a partir de una intervención y campaña de prensa. Buscamos que la temática logre sensibilizar a una población mucho mayor. Es un tema muy importante tanto en los nuevos medios como en los medios tradicionales.
–Dijo que la comunicación es importante para las organizaciones de mujeres y que hay que comunicar hacia un público más amplio.
–Es un gran desafío, hablar dentro del gueto para nosotras mismas o conseguir ampliar ese discurso para un público que no es feminista. No es lo mismo cuando hablás para vos que cuando das una conferencia en otro estado brasileño y se llama a los medios de comunicación de masas para hacer cobertura, dar entrevistas, entonces se contrata a un periodista local para que cubran los medios nuestras propuestas. ¿Por qué? Porque es un mayor tamaño del público el que tiene que conocer lo que hacemos. ¿Qué es el tráfico de mujeres? Hay un montón de gente que no sabe que esto existe. Nosotras estamos contribuyendo para acumular discusión sobre el tema dentro del movimiento feminista, dentro del guetto, pero también dentro de la sociedad. Entonces son dos espacios de comunicación. Hay que hacer un discurso para afuera. Es el gran desafío, si no somos estigmatizadas allá afuera: feminista-lésbica. ¿Cómo deconstruimos eso? Hablando para un público mayor.
–¿Qué falta para la superación de las brechas digitales?
–Las brechas digitales están ligadas a las brechas sociales. Caminan juntas. Entonces son necesarias políticas públicas sociales y digitales. Tienen que caminar juntas, si no caminan juntas, no se va a avanzar. Las mujeres tienen un factor que es la tecnofobia. Las mujeres no fueron entrenadas, programadas, para lidiar con la tecnología, entonces toda la capacitación tiene que ser diferenciada. Necesitamos políticas públicas con igualdad de género para las mujeres en Brasil.
–Y hay muy poco...
–Muy poco. En el plan del gobierno federal han puesto el tema junto a muchos otros. Además el movimiento feminista nunca consideró ni considera como importante este tema. Y es importantísimo. Todos esos estereotipos, si vos no trabajás con los medios de comunicación, es muy difícil erradicarlos. No es que ellas no lo consideran porque no quieren, pero creen que hay muchas otras cosas más urgentes como salud sexual y reproductiva, violencia. Pero ya es hora de considerar la comunicación como fundamental para avanzar.
–Hay un proyecto para regular Internet en Brasil, ¿tiene posibilidades de aprobarse este año?
–Es un marco civil para regular Internet. Se presentó en 2009 y está para ser votado. Hay una presión muy grande de las empresas de telecomunicaciones de Brasil para ser favorecidas financieramente. El tema es si van a cobrar o no por los contenidos diferenciados. Obviamente si se cobra por contenidos diferenciados va a haber una brecha mayor, quién puede y quién no puede pagar. Dilma está defendiendo mucho la libertad de expresión.
–En relación con el tratamiento que los medios hacen de Dilma y otras mujeres políticas, ¿cuál es la situación?
–Ella es estereotipada. Se habla sobre su ropa. En general el tratamiento es muy estereotipado en relación con las mujeres. Durante su asunción, el foco en notas y fotografías fue puesto en la mujer del vicepresidente porque era esbelta, bonita, como una modelo. Dilma tiene una postura muy discreta y ha dado un embate de frente con los medios de comunicación. Entonces ha conseguido un respeto mayor. La senadora Marta Suplicy, por ejemplo, fue a un programa de televisión y un periodista le preguntó si usaba bombacha roja. Ella dijo: “Pero cómo, ¿usted le preguntó alguna vez a Fernando Henrique Cardoso de qué color era su calzoncillo?”.
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