Nueve jefes de la Unidad Penitenciaria 26 de Lisandro Olmos fueron relevados de sus cargos por decisión del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) como consecuencia de los sucesos ocurridos entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves en el penal ubicado cerca de la ciudad de La Plata. La decisión fue tomada por la titular del SPB, Florencia Piermarini, y se conoció por medio de un escueto comunicado en el que se precisó que los desplazados de sus funciones son “el jefe y el secretario del Complejo Penitenciario Olmos, el director, los tres subdirectores y los jefes de las secciones Guardia de Seguridad Exterior, Vigilancia y Tratamiento, y Talleres de la Unidad 26”. El informe ni siquiera dio a conocer los nombres de los sancionados.

De esta manera, luego de las idas y venidas del jueves, cuando el SPB tardó 14 horas en reconocer que había dos internos fugados, luego de haberlo negado antes en forma oficial, el organismo de seguridad reconoció finalmente, en forma implícita, que hubo negligencias comprobables de los jefes que posibilitaron una nueva evasión de la Unidad 26, que conforma el Complejo Olmos, junto con la Unidad 1, de máxima seguridad y una de las más deficitarias del país.

Como se sabe ahora, a pesar de las cambiantes informaciones oficiales del jueves, los incidentes en la Unidad 26 comenzaron a partir de una pelea entre presos, muchos de los cuales lograron subir a los techos del penal. Dos de ellos se fugaron aprovechando el tumulto. La Unidad 26 albergaba hasta el jueves a unos 150 presos que están en la etapa final del encierro; muchos de ellos gozan de salidas transitorias. Se dijo que unos 20 presos –serían los que protagonizaron el incidente– han sido llevados a otras unidades de máxima seguridad.

Después de un largo relevamiento de los presentes en la cárcel y de los que debían volver de sus salidas transitorias, se determinó que los dos fugados son Teodoro Carlos Rueda Miranda y Jonathan Andrés Aybarn Barbosa. Los dos, hasta el cierre de esta edición, seguían sin aparecer. Rueda Miranda estaba cumpliendo una condena a 17 años de prisión por el delito de “robo agravado y homicidio agravado en grado de tentativa”: se encontraba a disposición del Juzgado de Ejecución Penal Nº 2 de Lomas de Zamora. Por su parte, Aybarn Mendoza tenía una condena menos dura y dependía del Juzgado de Ejecución Nº 1 de Morón. Los dos “gozaban del beneficio de régimen carcelario abierto concedido por las autoridades judiciales competentes”, aclaró el SPB.

Los problemas comenzaron a las 23.30 del miércoles en uno de los pabellones de la U-26, ubicada en 197 y 47, de Lisandro Olmos. El escándalo fue tal que fueron los vecinos del lugar –una zona descampada, con pocas viviendas en los alrededores– los que alertaron a la comisaría 15, porque habían escuchado “gritos y algunos disparos de arma de fuego” que venían desde la cárcel, al tiempo que se veía la presencia de varios internos sobre los techos, llamando la atención.

Los policías cercaron el área hasta las cuatro de la madrugada del jueves, cuando el conflicto pudo ser dominado dentro del penal, pero para ese entonces ya se había producido el escape, que tardó 14 horas en ser reconocido en forma oficial por el SPB. La fuga no es la primera que se produce, en tiempos recientes, en la Unidad 26. En noviembre del año pasado, dos presos huyeron y se fueron en un remís. Respecto de lo ocurrido en la madrugada del jueves, una versión no confirmada ni desmentida señaló que los evadidos se fueron en un móvil del SPB.