El edificio del barrio de Parque Patricios, recuperado por vecinos y maestros a fines de febrero pasado para transformarlo en una escuela infantil ante la falta de vacantes, fue expropiado ayer por una ley sancionada por unanimidad en la Legislatura porteña. La decisión establece que tanto el predio como el edificio, donde había funcionado una escuela hasta 2009, sean destinados a la creación de un establecimiento escolar de gestión estatal y proyecta su apertura para 2015. En una iniciativa similar a la que fue aprobada por el Parlamento, legisladores de la oposición porteña presentaron otro proyecto para transferir al Ministerio de Educación otro inmueble de la zona y construir una escuela infantil.

Los diputados porteños aprobaron una ley que destina tanto el terreno como el inmueble de Manuel García 370 al funcionamiento de una escuela, dependiente del Ministerio de Educación local, tras un proceso de remodelación del edificio, que se extenderá por unos cinco meses aproximadamente. Las legisladoras Lorena Pokoik, del Frente para la Victoria, y Victoria Morales Gorleri, del PRO, fueron autoras de las iniciativas que dieron lugar a un texto consensuado.

Según la norma sancionada, el terreno en cuestión fue declarado de utilidad pública, sujeto a expropiación y ocupación temporaria por un lapso de dos años. Además, deberá realizarse el acondicionamiento necesario a fin de ponerlo en óptimas condiciones para el dictado de clases. El hecho de que este inmueble haya funcionado durante un largo tiempo como una escuela facilitaría los trabajos. Entre los fundamentos del proyecto, las autoras solicitaban a todas las áreas del gobierno porteño que contribuyan a la solución de necesidades del sistema educativo estatal a partir de la utilización de inmuebles ociosos.

“Celebro la capacidad de recoger la demanda de los vecinos de Parque Patricios de contar con una escuela infantil y tomar este acuerdo al que arribamos como ejemplo para otras comunas, porque todos tenemos que ser parte de la solución ante la falta de vacantes”, dijo Pokoik. Por su parte, el legislador Marcelo Ramal (FIT) señaló que “esta iniciativa demuestra que los vecinos y docentes tomaron en sus manos lo que el Estado no fue capaz de garantizar con el régimen de inscripción on line a escuelas”.

El edificio, que funcionó como una escuela hasta 2009, fue recuperado el 26 de febrero pasado por docentes, vecinos y padres de chicos que se quedaron sin vacante escolar, con el propósito de dotar a la zona de una escuela que reciba a niños y niñas del nivel inicial, a la que bautizaron Carlos Fuentealba, el docente de cuyo asesinato a manos de la policía de Neuquén se cumplen hoy siete años.

“Con movilización y escrache de por medio, decidimos ocupar el predio a partir del conflicto por el sistema de inscripción on line, que comenzó a afectar a nuevos sectores de la población. Nosotros aprovechamos esto porque en el sur de la Ciudad siempre existió este problema. En realidad, la falta de vacantes trasciende el sistema on line, hay falta de inversión en escuelas”, indicó a Página/12 Paula, una maestra que trabaja en el Distrito Escolar 5 que acompañó la medida de fuerza desde el comienzo del conflicto.

La docente sostuvo que “la decisión de expropiación fue rápida porque presionamos mucho. Ahora viene la negociación para que el espacio se abra en este ciclo lectivo. Vamos a seguir en el predio hasta que se pongan en marcha las obras de infraestructura y se abra la planta docente. Todo depende de la voluntad política”.

“Lo de esta mañana fue un triunfo de la educación pública, somos muchos los que pusimos el cuerpo en esta toma ante la falta de vacantes”, celebró Damián, otro de los docentes que participó de la ocupación. Hoy a las 20.30 homenajearán a Fuentealba proyectando documentales sobre su lucha, y el sábado desde el mediodía los vecinos prevén celebrar la reapertura de la escuela con un festival en la calle.

Por otro lado, una iniciativa del legislador José Cruz Campagnoli, acompañada por los interbloques del Frente para la Victoria y Unen, contempla la transferencia de un edificio situado en Sánchez de Loria 1734/1750, propiedad del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, para la construcción de una escuela infantil pública de gestión estatal.